Orion Saiph, que comenzó su andadura en el ocaso del año 2011, no es una banda novel. Obviamente, no lo es por la longevidad del proyecto, pero son especialmente sus creaciones, las que muestran un enorme avance y madurez y nos dicen claramente que estamos ante una banda consolidada artísticamente. Una banda que ha logrado el equilibrio de todas las diferentes influencias y vertientes creativas que atesoran, y que fueron mostrando a modo de intermitentes destellos en sus primeras creaciones.
En Orion Saiph puedes encontrar muchas cosas, todas bien resguardadas bajo ese enorme paraguas del progresivo (que acaba siendo el hogar estilístico de toda banda que integre en su música influencias no convencionales). Melodías orientales, doom metal, metal convencional, metal técnico… luz y oscuridad a partes iguales.
Después de varias publicaciones (Seven stages of Grief – 2018, The forest Within the Trees – 2020, Así suena Polanco -2021), en las que la evolución ha sido constante, publicaron en 2022 Longing for the Light, el que sin duda, es su composición más brillante y equilibrada.
Este trabajo, que incluye 4 temas que superan ligeramente los 15 minutos, fue grabado con Javier Escudero (CUBEX) como ingeniero y productor, con la colaboración de Javier Prieto en las tareas de producción, con los que han conseguido un salto en el nivel de producción muy considerable, aunque cabe decir que en su anterior trabajo ya se venía fraguando este sonido.
El trabajo comienza con Rotten Oak, con una atmósfera inspiradora y envolvente, con texturas nuevas en la banda que abren, todavía más, el abanico sonoro, hacía sonidos extraídos de la música de raíz americana, con un Pedal Steel omnipresente grabado por Javi Escudero que se integra a la perfección y le da un toque muy especial al corte.
Como segundo tema encontramos al que da nombre al trabajo, Longing for the light, y el que para mí es el tema más completo de la banda en su trayectoria, en el que manejan con fluidez todas las tesituras en las que se mueven, y en el que se nota claramente lo bien que ha encajado la nueva vocalista, Mírian, en la banda. Brillante el juego de voces a modo de pregunta-respuesta que ya es una seña de identidad de la banda y le aporta un elegante juego de texturas y expresión, recordando a bandas como Lacuna Coil con el intercambio de voces entre Oskar y Mírian, a lo que además se suma el apoyo coral del resto de la formación, con un resultado balanceado y perfecto. También son destacables el trabajo de guitarras con partes a dúo que por momentos recuerdan a Dark Tranqulity, sobre todo por la atmósfera melódica que se genera. Un gran tema, de los que ponen a una banda en otro nivel.
Así llegamos a Isora, el tercer tema de la entrega, con una atmósfera muy sugerente, que enseguida nos envuelve en la atmósfera característica de la banda, con ese aura de oscuridad y melancolía que destilan, del que en ciertos momentos se liberan, pero que nunca pierden del todo. El corte cuenta además con la colaboración de Javi Prieto que aporta un solo que reúne todas las características que se pueden esperar de un músico de su trayectoria y talento, profundidad, expresión, con esos pronunciados bending, y empaque melódico. Destacable también el trabajo de solos de los guitarristas de la banda a lo largo de todo el trabajo, y en particular en este tema con un inspirado Jose, recordando a Dark Tranquility de nuevo, con el tapping final de su solo.
El cuarto y último corte del trabajo, In the Shadow, retoman su vertiente más melancólica con una atmósfera casi onírica, donde la voz se desliza con elegancia sobre unas acústicas bien armadas, y con un acompañamiento de batería perfecto al que no le sobra ni le falta ningún golpe, tónica general en lo que a la sección rítmica se refiere a lo largo de todo el trabajo. Lírica claramente introspectiva que se adentra en los rincones más recónditos y menos luminosos de las emociones. Un gran tema, que podría haber aguantado un mayor minutaje sin problema, y que sin duda te deja con ganas de más.
Longing for the light, es un gran trabajo. Personalmente no me gusta acotar los trabajos de los grupos Cántabros como “una gran producción para un grupo de Cantabria” o cosas así. Estamos en el mundo, como todos los demás. Este es un disco muy disfrutable para cualquier amante del progresivo de cualquier parte del mundo, con un gran trabajo de todos sus músicos, tanto el de guitarras de Paula y Jose, como el trabajo en la parte rítmica de Oskar y Gustavo, y el ya comentado de Mírian acompañada por el resto de la banda en las voces. Los diferentes cambios de formación han enriquecido claramente el proyecto y este disco es la prueba. Además, desde la producción de este trabajo, Javi Prieto (Mordor, Reality Check), ha sustituido a Jose Guisande que ha tenido que abandonar el proyecto por motivos laborales. Javi ya venía colaborando como productor con la banda, por lo que esta sustitución de un miembro fundador ha sido mucho menos traumática de lo que cabría imaginar, y parece que tenemos Orion Saiph para rato, y queremos ver el siguiente paso de su constante evolución. Merece mucho la pena encontrar 15 minutos para disfrutar de un disco como este, dicho queda.
OVI