No creo que el camino musical que ha tomado Alcest en este último disco haya sorprendido a nadie, al fin y al cabo no han hecho más que continuar avanzando en un rumbo que llevan tiempo siguiendo. No creo que nadie se sorprenda, después de un par de horas viendo amanecer, de que finalmente se haga de día.
Neige ha abandonado paulatinamente las partes más metaleras, pero nos ha regalado un disco profundamente triste y melancólico. Si antes nos devanábamos los sesos intentando explicar como el black metal había dejado algunos rastros que aun se podían identificar y que hacían muy característica la música de Alcest, ahora no queda nada de eso, podríamos incluir el disco sin ningún reparo dentro de la corriente Shoe Gaze más puramente post-rockera, aunque eso si, con una fuerte identidad propia de la banda.
Aun así yo no me atrevería a decir que no hay oscuridad en el disco. Es cierto que Shelter es absolutamente luminoso, pero atendiendo al título y a la historia de la banda podríamos decir que Alcest se están refugiando de una oscuridad cercana. Me gusta ver su música como esos pequeños espacios de absoluto bienestar que uno tiene en la vida, en los que sin embargo, no puede evitar seguir mirando de reojo, con miedo, para comprobar si la frágil tranquilidad está ya a punto de romperse.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por ALCEST