La teoría del todo busca explicar de única manera todos los fenómenos físicos que se producen en el universo, busca una ley que explique de igual manera el comportamiento de los conjuntos de galaxias y de las partículas subatómicas. Esto es lo que le quita el sueño a Sheldon Cooper, en esto se entretiene Stephen Hawking, y otros muchos que nunca salen por la tele. Los más inteligentes físicos teóricos de nuestro pequeño planeta están a punto de modificar nuestra manera de entender la realidad, algo que se recordará con respeto cuando hayan pasado cientos de años, si conseguimos sobrevivir como civilización.
¿Quién se podría proponer hacer un disco conceptual sobre un tema tan inabarcable? Pues Arjen Lucassen, claro. Arjen siempre ha sido un gran aficionado a la Ciencia Ficción, y de todos es sabido que la Ciencia Ficción no es otra cosa más que llegar unos metros más allá de donde la ciencia llega. Cuando la ciencia está tanteando el terreno a ciegas, camina por un lugar que aun no es realidad, pero podría serlo. La ficción es el sueño. Es la zanahoria que colgada de un palo hace que la ciencia se atreva a dar siempre un paso más.
Sin embargo hay que decir que líricamente el disco se centra más en la faceta humana de la búsqueda que en la propia teoría del todo. Es decir, la figura del genio, su relación con la investigación, las búsqueda como propio fin y sus relaciones humanas, en particular el enfrentamiento con su propio padre, uno de los temas recurrentes en los discos de Ayreon.
The Theory of Everything ha quedado dividido en cuatro grandes suites, que están subdivididas en un total de cuarenta y dos fragmentos, para hacer un guiño a la guia del autoestopísta galáctico de Douglas Adams, y en concreto a la respuesta que la supercomputadora “Pensamiento Profundo” da cuando se le pregunta por El sentido de la vida, el universo y todo lo demás.
A nivel instrumental vuelve a ser una obra cumbre. Después de la aceptación pública de sus referencias de cabecera que Arjen hizo en “Pink Beatles in a Purple Zeppelin” no tiene nada que ocultar, en su humildad ha reconocido que es un enano a espaldas de gigantes y eso le hace a nuestros ojos aun más grande. Su música está llena de referencias, pero no por ello es menos propia, identitaria e inconfundible. Eso si, Ayreon es Ayreon, no esperes muchas sorpresas a estas alturas, en cuanto al sonido, pero si mucha calidad.
Como en todos estos magnos proyectos el elenco de cantantes y músicos es de tirar de espaldas. JB de Grand Magus como El Profesor, Sara Squadrani de Ancient Bards como la chica, Michael Mills de Toehider como The Father, Cristina Scabbia de Lacuna Coil como la madre, Tommy Karevik de Kamelot y Seventh Wonder como el prodigio, Marco Hietala de Nightwish y Tarot como el Rival, John Wetton de Asia, King Crimson, Roxy Music… como el Psiquiatra y Wilmer Waarbroek en los coros. Como siempre Arjen conjuga gente bastante conocida con otros que no lo son tanto, demostrando que lo que realmente le interesan son las capacidades vocales de cada uno y de paso echándo un cable a mucha gente a descubrir grupos no tan populares.
La sección musical incluye además de al propio Arjen a Ed Warby a las baterías y percusiones, Rick Wakeman (ex-Yes) – a los pianos y el solo de synte de “Surface Tension”, Keith Emerson (ex-Emerson, Lake & Palmer) y Jordan Rudess (Dream Theater, ex-Liquid Tension Experiment– incluyendo sendos solos de synte de “Progressive Waves”) – Steve Hackett (ex-Genesis) – que se hace un solo de guitarra en The Parting” y Michael Mills de Toehider al buzuki. Luego la sección de vientos está encabezada por Troy Donockley que es el músico de acompañamiento que Nightwish han llevado en las últimas giras, y que aquí toca flautas y whistles, y Jeroen Goossens. Las cuerdas clásicas van a cargo de Ben Mathot (violín) y Maaike Peterse la chelista de Kingfisher Sky. y las orquestaciones corren a cargo de Siddharta Barnhoorn.
The Theory of Everything es un disco largo y complejo, pero como todo lo de Ayreon te conquistará en cuanto le dediques un rato de esfuerzo. Le merece. Ellos se han dejado mucho tiempo talento y salud (Arjen pospuso una importante operación de hombro para poder terminarlo) como para que sólo le des una escucha superficial y decidas que es “un disco más de Ayreon”. Supongo que si has sido capaz de leer completa esta extensa reseña es que lo has hecho ya, o al menos estás dispuesto a comenzar.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por AYREON