Estrenada en 1931 fue la primera película sonora de Fritz Lang, y suele considerarse la que originó el género de asesinos en serie y de los procedimientos policiales. El sonido adquiere una gran importancia, en especial el silbido del esquivo asesino. Atemporal, y con un dibujo exquisito, esta adaptación profundiza en la exploración de la fragilidad humana, la moral y la justicia.
Las espectaculares ilustraciones foto realistas de Muth realizadas con pinturas, le ocuparon dos años de intenso trabajo.
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