Haken son una de nuestras bandas favoritas, y a juzgar por los resultados de las encuestas de Disco de la Semana también de las vuestras, todos sus trabajos desde The Mountain han pasado por esta sección, a Aquarius y Visions llegamos algo tarde, pero también nos encantan.
Su forma intrincada de construir riffs sobre amalgamas rítmicas, y la particular voz de Jennings no le ponen las cosas fáciles a nadie para engancharse con pocas escuchas, y sin embargo son como esos sabores raros de los que al principio no sabes muy bien que opinar, pero luego no puedes dejar de volver a querer probar.
Haken son una de las bandas más enrevesadas técnicas del panorama progresivo, aunque suelen compensar la balanza con partes de voz que tienen sus ingredientes pegadizos. Ahí en medio andas tú, intentando seguir el ritmo con el pie, mientras no llegas a cantar el estribillo en esas notas imposibles y acabas echándote las manos a la cabeza una y otra vez gritándole al cielo que son unos cabrones.
Fauna viene marcado por la salida de Diego Tejeida, teclista de la banda desde su primer disco y la vuelta de su primer teclista Peter Jones anterior a las primeras grabaciones. La fuerte personalidad de Tejeida y su particular sentido del humor musical puso al teclado en un papel muy central en muchas de las composiciones de Haken, Peter Jones resulta más discreto y ambiental, aunque también hace un papel excepcional.
El disco se nos presenta como una suerte de Carnaval de los Animales de Saint-Saëns, con canciones que llevan Elefantes, Toros o Ruiseñores en algunas de sus títulos (lo que de primeras es una buena ayuda para identificar cuál es cuál) y tonos verdes y anaranjados de coronel tapioca tanto en la portada del álbum, como en la iluminación y vestuario de gira. Si indagamos un poco más en las letras nos sorprendemos al encontrar referencias a “¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas? de Phillip K. Dick. En palabras de Jengings “pensar en el papel simbólico que los animales juegan en la obra, y revisarla franquicia de Blade Runner, dio pie a pensamientos filosóficos sobre la identidad, que resultaron ser la columna vertebral de la lírica del disco”. Así los animales estarían utilizados como metáfora para remarcar rasgos de la personalidad humana.
En Fauna reconocemos muchos los rasgos que han definido a Haken en su carrera, pero también abren nuevos caminos explorando un progresivo algo menos oscuro y más clásico -o éo-, que sabe alejarse de la parte más metálica y djent, tal vez en parte, reconciliándose un poco con sus dos primeros álbumes en ese camino circular de composiciones que suelen recorrer las bandas cuando su discografía se va extendiendo.