COMO QUIERAS… ¡PERO BAILA!
Vuelve el Primavera Rock, la serie de conciertos organizada por la Asociación Portugal que da vida un año más a Torrelavega en general y a la plaza de La Llama en particular. Un fortín en el que se han asentado y que cada vez coge más identidad como un punto de la resistencia cultural de la capital del Besaya.
Y es que son muchos años con propuestas de interesantes conciertos como el que tocaba en esta ocasión: FÚRIO y LOS CHICOS. En este caso había además un aliciente extra, la abismal diferencia de estilos entre ambas bandas.
La accesibilidad y cercanía de todos los puntos de reunión de Torrelavega provocan que el aspecto de la plaza, justo antes de empezar los conciertos, sea desolador. Pero en cuanto empiezan a caer las primeras notas, rápidamente empieza a llegar gente de todas las esquinas.
Esta vez no iba a ser menos, y en cuanto empezó el concierto de FÜRIO, comenzó también esa curiosa dinámica en la que se fue llenando el lugar. Esta banda jugaba en casa, y me alegré de ver a viejos conocidos de la escena Torrelaveguense de nuevo sobre el escenario. A primera vista reconocí a una mitad de los [foto1]míticos Conocimiento Zero, pero nada más lejos de lo que podía esperar de ellos conociendo sus antecedentes. El sonido pasa de aquel metal a un post rock instrumental de largos delays en las guitarras, baterías muy percusivas, ambientes muy densos y ritmos e intensidades muy ricas que juguetean con el rock progresivo. Llevan solo dos añitos, más o menos, y este año están presentando su primer álbum. Un interesante grupo para seguir su evolución.
A continuación, le tocó el turno a LOS CHICOS. Un giro de volante en toda regla que trasladó el ambiente onírico de sus predecesores a la fiesta más terrenal y salvaje. Esta gente demuestra estar curtida en mil tablas, y su rock and roll speedico con cierto toque de punk descarado, caló muy bien entre los del norte. En cuanto la gente se empezó a arrimar al escenario, Rafa Suñén aprovechó para internarse y contagiar su energía hasta el punto de intentar montar una una conga. Su derroche físico es admirable y se sube literalmente por todo el escenario, llegando incluso al techo de la furgoneta que tenían aparcada tras el mismo y sobre la que se marcó toda una canción. Puro ambiente de RnR para cerrar el día.
Los Primavera Rock (o Post Primavera, según se tercie), son ya un referente de la programación anual de la ciudad, y esperamos que el tesón de la Asociación Portugal nos siga permitiendo seguir disfrutando de noches tan divertidas y variadas como esta.
Crónica de Juanma Pinto.
Fotos de Igor Cobo y Álex Kennedy