La Pantera Rosa es el disco en el que Moikave ha añadido por primera vez su nombre propio en la portada. Hasta ahora, diríamos, David Moikave era la locomotora que tiraba del tren Moikave, grupo, que nos dejó el fantástico Hora Magora de 2015 y el imprescindible “La Fiebre del Oro Negro”. Antes del EP “Santo Pepino” que serviría de nexo de unión entre ambas etapas. Los cambios de formación, parecen haber explicado a David que Moikave es él y quien se una, y que cuanto antes quede ese concepto claro, menos disgustos.
Hago este ejercicio de poner las cosas en orden porque si miras a las redes parece haber un borrón y cuenta nueva. He leído ya varias veces que La Pantera Rosa es el primer disco de David, y sí, pero no. Es cierto que ha estado enfocando el tiro y el formato, e incluso algunas canciones han sido reinterpretadas, pero el alma sigue siendo el mismo. Tal vez algo más pop, un poco más pulido, con un rosa chicle que se le ha quedado pegado como seña de identidad, pero indiscutiblemente Moikave, David.
Me imagino a David cerrando etapa, reunido consigo mismo, dando vueltas a ideas con un montón de papeles y un rotulador rosa fosforito. Bien muchacho, cuáles van a ser los siguientes pasos??? La pantera se distingue precisamente por eso. Hay una estética, un hilo conductor, las ganas de que un puñado de buenas canciones sean además un disco completo, un show, unos videoclips, un paso adelante para destacar y brillar entre un millón de tipos que cantan y tocan la guitarra.
Cuando uno hace mudanza se lleva consigo sus recuerdos más preciados. Y tal vez por eso tiene toda la lógica que el primer disco de David incluya Huye, Luna Amarilla y Tajau Blues, pero como digo, las que restan conviven en perfecta armonía, porque realmente no ha habido un gran salto estilístico, si no más bien un reenfoque estratégico para afinar aun más el resultado. Estoy más que seguro de que unas y otras se alternarán en directo cuando se tercie. Habrá quien le descubra ahora, bienvenido.
Como las alabanzas de Moikave las hemos cantado aquí muchas veces no me voy a entretener mucho en ello; Tienes los vídeos para comprobarlo por ti mismo. Hay a tipos a los que te crees detrás de una guitarra, hay peña que hace funcionar el blues porque le sale de dentro, hay gente que tiene el carisma de una estrella grande aunque esté actuando en un antro ponzoñoso. Moikave es capaz de transformar en Nueva Orleans cualquier escenario en el que ponga los pies. Con escuderos o a capela, con teclados, con metales, en power trío… todo cambia, pero todo permanece. Una buena propuesta se puede defender de muchas formas distintas, y ese es uno de los mejores síntomas para identificar una buena canción. Si la desmontas y la reconstruyes y sigue siendo una canción cojonuda… algo habrá.
David ha apostado por el vinilo, pero el formato físico está en plena deconstrucción, lo que curiosamente nos deja en un punto bastante cercano a lo que sucedía a finales de los cincuenta y primeros sesenta. Hay singles adelanto como Copos de Nieve, que finalmente no aparecieron en el largo. Y también un par de singles posteriores como Río de Janeiro o Rosa de Jericó, con su videoclip y todo, que no aparecen en el álbum y no sabemos si lo harán en el siguiente, si es que hay siguiente. Son tiempos duros para el completista, pero muy buenos para quien tiene el afán de mejorar en cada paso y publicar con frecuencia sin tener que esperar a rellenar un minutaje de forma obligatoria.