Al menos cuatro o cinco planes me apetecían; La Jarana que montaba la peña del Infest en el Niagara, el Festi a favor del Blackbird en el ES, la tercera feria de la Cerveza en Reocín, la matiné de Ciconia en el New, los Turbofuckers y Toni Metralla en el Groez… hay fines de semana en los que se junta todo. Opté por Unquera porque era lo que me encajaba mejor en horarios, y mira, es lo bueno de que haya mucho, que si tienes interés siempre consigues cuadrar algo. Media horita desde casa, en los Bancos aparcas a la puerta.
A Òsserp les teníamos bien recientes de la reciente liada que montamos con Primitive Noise y Hrizg en el New. Els nous cants de la Sibil·la ha cumplido ya un año desde su publicación y en casa no ha dejado de dar vueltas, siendo el lanzamiento de metal extremo que más nos llamó la atención en 2022, por su inmejorable mezcla de brutalidad, técnica y composición. En el bolo del New vinieron cojos de un cantante, pero aquí con las dos cabezas de serpiente bramando a la vez la experiencia ha sido todavía más intensa. Ósserp son una barbaridad desde cualquier punto de vista. Una banda con una propuesta muy extrema, pero a la vez con mil matices y recursos que no paran de sorprender durante todo el concierto. Disponer de un espacio como Los Bancos de Atrás para poder darnos estos lujos es impagable.
En la otra mano Mutilated Judge son carne del Obscene. Un duo de Grindcore con una propuesta espeluznante. Gritos de gorrinillo, lorzas al aire, bases programadas con elementos techno y una flauta dulce soplada con el culo. Los títulos de las canciones “La Vieja que se santiguaba al salir de casa”, “What the Fuck is Netflix”, “Starting a Bussiness to Hire Women Based on their Breast Size”, “Haha your Girlfirend has Onlyfans” o “Tirando Petardos en la Perrera” dejan claro que han venido al mundo a molestar. El espectáculo fue deleznable, sólo para fans del infierno del Bosco. Eché de menos algo de barro en el suelo.