Agárrense los machos, que ya está aquí el tercer LP de Triángulo de Amor Bizarro, el grupo más furibundo de la escena indi estatal, y en él no dan muestras de haberse amilanado. “Victoria Mística” es una amenaza sónica: desde la avalancha de samples que abren el disco en “Robo tu tiempo” hasta el sintetizador psicópata a lo Suicide que lo cierra en “Clara” los nueve cortes del álbum corren rápidos como balazos de distorsión eléctrica. En medio de la picadora de ruido incomprensible flotan las voces fantasmales de Rodrigo Caamaño e Isa Cea – van a medias: tres canciones para él, cuatro para ella y dos más cantadas a pachas- que entonan unos textos más directos que en ocasiones anteriores, pero que una vez más arremeten contra las costumbres y las instituciones de la España decente.
A Rodrigo le corresponde la parte más seca y agresiva del álbum, que da momentos de gloria como el “no puedo esperar para follar” del estribillo de “Ellas se burlaron de mi magia”. Isa se queda con la de las melodías luminosas y los coros angelicales a lo My Bloody Valentine, entre las que se encuentran las tres canciones más jugosas del lote: “Estrellas Místicas” –caricatura de la servidumbre que la industria musical exige a sus estrellas-, “Enemigos del espíritu” –una letra anti todo que parece firmada por los viejos RIP- y “De la mano de las almas oscuras” –con el bombardeo de imágenes crípticas marca de la casa-. El único momento en el que bajan las revoluciones es “Un rayo de sol”, aunque ya se encarga Isa de que el romanticismo quede lo suficientemente turbio con un “vamos a pudrirnos en una fosa común, que se fundan nuestros restos”.
En “Victoria Mística” el grupo se afana en profundizar en las cosas buenas que ya habían probado en sus dos Lps anteriores, en los que ponían al día el legado de las bandas de noise ibérico de los primeros años noventa. No resulta difícil imaginar cómo sonarían varias canciones del disco si las tocaran Los Planetas del “Super 8”, ni tampoco cuesta encontrar en las letras la inspiración del universo de pasiones torcidas de Surfin’ Bichos. Aunque también hay diferencias: pocos grupos de aquella hornada de seguidores de The Jesus & Mary Chain, Pixies y Sonic Youth contaron con los medios que TAB han tenido en el estudio de grabación; pero, francamente, fueron muchos menos los que tuvieron la facilidad para componer temazos de TAB.
Quedará en el aire la curiosidad de saber qué saldría si TAB buscaran un sonido que huyera del corsé del revivalismo, o comprobar si la actitud punk del grupo no es más que una pose. Pero esas son las únicas pegas que soy capaz de poner a “Victoria Mística”. Me quedo con la certeza de que prácticamente todos los cortes se podrían lanzar como singles –salvo “Delirio místico”, más plana que el resto-, con lo que este disco resulta ser la mejor colección de canciones pop en castellano que he escuchado en este 2013.
Comentario por David Boring
Fotografía por TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO