Personalmente estoy encantado e ilusionado por cómo ha comenzado este nuevo periodo con el cambio de gestión del Escenario Santander. La oferta de conciertos y eventos ha aumentado de forma significativa y pienso que está tendiendo a lo que se espera de un espacio público municipal que tiene como objetivo fomentar la cultura de la ciudad. Desde aquí os animo a estar atentos a la agenda porque se están programando múltiples propuestas muy interesantes.
Mi amigo Cesar se enteró que venían Dirty Sound Magnet hace un tiempo y me recomendó que no me lo perdiese porque él les había visto un par de veces y le habían encantado. Ya se lo he agradecido varias veces porque el concierto ha sido memorable.
Dirty Sound Magnet es una banda de rock suiza que se formó en 2008. La banda está compuesta por Stavros Dzodzos (guitarra y voz), Marco Mottolini (Bajo y coros) y Maxime Cosandey (Batería y coros), quienes se conocieron en la adolescencia y se unieron por la pasión por la música psicodélica de los años 60 y 70 que compartían.
Esa influencia es evidente en cuanto empieza el concierto, porque desde mi punto de vista hacen una mezcla de rock psicodélico, progresivo y blues rock con un sonido muy setentero, potente pero muy nítido, con momentos bastante sucios, pero no por mal sonido o interpretación sino porque el momento así lo pide. Hago una mención especial al gran trabajo que realizó Vero en la mesa de mezclas porque me encantó cómo sonó todo. Lo disfruté mucho.
Esta propuesta, muy enfocada en sonoridades clásicas, se ve complementada con el uso de una tecnología mucho más moderna, fantásticamente manejada por el batería principalmente, quien va lanzando samples y realizando cambios de efecto en los micrófonos para crear atmósferas que en muchos momentos parece increíble que las creen tres tíos.
Los momentos en los que dejan espacio a la improvisación son fabulosos, pero sobre todo a mi me han enganchado bastantes de las canciones, que al final creo que es lo más importante.
Además, también me encantó su actitud en el escenario. Asistimos a varios momentos memorables y en alguna ocasión así lo expresó Stavros, el cantante, hablando del buen rato que estaban pasando y de la atmósfera especial que sentían. Por un lado eso es algo que se puede decir habitualmente, pero por otro, además de que parecía sincero y creo que el publico en general así lo sentíamos, estoy seguro de que la suelen conseguir crear en muchas ocasiones.
En una canción también subió a colaborar una chica que venía con ellos y que estaba en el puesto de merchandising, pero no he sido capaz de encontrar su nombre.
Al día siguiente tocaban en Bilbao e incluso me planteé la posibilidad de acercarme a volver a verles… desgraciadamente mi agenda vital no me lo permite. La próxima vez que se acerquen será.
Total, que me fui a casa con mi nuevo CD de Dreaming In Dystopia (2023) todo contento y convertido en evangelizador del grupo, como lo fue conmigo César anteriormente. Si se te ponen a tiro, no lo dudes. Seguramente asistirás a un concierto excepcional.
Texto y Foto de Portada: Javier Prieto
Fotos: Roberto Ortiz