La verdad es que inicialmente no iba muy motivado a este concierto porque la vez anterior que actuó Graham Bonnet con Alcatrazz en el Escenario Santander me resultó un poco decepcionante por dos motivos. En el repertorio solo incluyeron una canción del Disturbing the Peace, que es de largo mi disco favorito de Alcatrazz y por otro lado Graham Bonnet estaba muy justito de voz y supongo que por eso mismo se dispararon un montón de secuencias de voces sobre las que hacía playback.
Pues ayer me quité la espinita de verdad.
Para empezar, el repertorio que disfrutamos fue mucho más amplio porque la gira venía como “Graham Bonnet Band” y no como “Alcatrazz”. Eso hizo que diera un repaso de grandes temas de Raimbow, Michael Schenker Group y Alcatrazz y claro, el concierto resultó muy divertido y variado.
En cuanto a su voz, pues partiendo de la base que los cantantes sin duda tienen más complicado envejecer que el resto de músicos porque su instrumento musical es parte de su cuerpo y del respeto que merece un señor de casi 76 años cantando rock del difícil, se marcó un concierto muy solvente, de menos a más, cantando muy bien en registros medios y un poco más justo en los registros agudos, pero todo ello con mucho oficio y pundonor y esta vez sin ninguna pista pregrabada, al menos que yo notase. Además muy bien arropado por los coros del resto de la banda.
La banda, también hay que hablar de la banda. Graham Bonnet venía acompañado de Beth-Ami Heavenstone al bajo, Conrado Pesinato a la guitarra, Alessandro Bertoni al teclado y Kyle Hughes a la batería y sin duda todos ellos son unos músicos extraordinarios, con muy buena actitud y buen rollo encima del escenario. Como dijo Graham en un momento dado, está feliz con la formación actual porque además de su evidente calidad musical, todos cuidan de todos y eso se nota en el escenario. Hubo tiempo para realizar unos solos de teclado, guitarra y batería, y aunque a mi a estas alturas en general no me emocionan los solos, hay que reconocer que estuvieron bien tirados también para dar respiro a Graham, que insisto que lo que hace a su eded me parece extremadamente difícil.
Por otro lado, algunos comentábamos que menuda manera de quitarnos años, porque lo de siempre, en la sala no se veía mucha juventud, la verdad XD
En resumen, que una vez más fué una noche fantástica, temazo tras temazo perfectamente interpretado y sonando estupendamente, como es habitual con el equipo técnico del ES. Me fui otra vez a casa feliz y contento pensando en los grandes conciertos que se han visto en el ES últimamente y en los que vendrán.
Javier Prieto
Fotos: Paloma Pamacor y Roberto Ortiz