MIND DRILLER EN ALICANTE

Dicen que con los años te vuelves más conservador, pues en mi caso, en lo que se refiere al gusto musical, me pasa precisamente lo contrario. Hace veinte años, si me dicen que mi yo del futuro va a estar viendo un concierto de metal industrial se está riendo de mí en la cara toda la noche, no lo creería. Para mí era impensable meter secuencias o electrónica en una canción de metal, pero entrar en un grupo de gente tan diverso que tan pronto escucha Entombed como Lady Gaga en la siguiente canción, te hace abrir mucho la mente. Así que, movido por la curiosidad de ver al grupo que ha actuado en varios aniversarios del programa, me enfundo el casco y a tirar millas.

Hacer un sold out en la antigua sala Babel siempre se ha vendido muy caro, así que imaginaros hacerlo siendo la banda local. Siempre ha sido algo difícil de digerir para mí: viene una banda de fuera y petamos la sala, pero a bandas buenísimas de nuestra propia ciudad no vamos a apoyarlas. Con todo esto, fue una alegría llegar y ver una cola que daba la vuelta a la esquina de la calle. La espera no se hizo pesada pensando en que se merecían empezar la gira en casa con la sala a reventar. También tengo que decir que no todos éramos locales, vino gente de Madrid, de la zona sur de España… Tienes que ser muy bueno en lo tuyo para mover a gente tantos kilómetros.

La actuación empezó con el público cantando un espontáneo cumpleaños feliz a Reimon, que fue el primero en salir al escenario. Y a partir de ahí empezó el espectáculo, que no el concierto, porque es increíble cómo tienen currado el show. Vestimenta, maquillaje, cambio de complementos entre canciones, performance, interacción con el público, disparar efectos de luz con un pie mientras cantas… Una puesta en escena muy cuidada y original, he visto conciertos de bandas con más años, más audiencia y más presupuesto que acabas aburrido hablando con tu amigo sobre cualquier chorrada. Me quedé impresionado por la forma en que las tres voces, tan diferentes entre sí, se compenetran a la perfección. Hay mucho trabajo ahí detrás, tanto que diría yo que, al menos en directo, eclipsan al resto de la banda, a excepción de Reimon, ésa bestia lucha desde atrás para hacerse notar entre las pistas que llevan grabadas.

Resumiendo, el concierto estuvo de diez, incluso con el pequeño fallo de que al principio no se les escuchaba bien la voz a V y a Dani. Perdí completamente la noción del tiempo cuando al salir de la sala no supe si habían tocado una hora o dos.