Estamos celebrando la vuelta de Black Sabbath, aunque siendo serios, si uno repasa su discografía y tiene en cuenta que Heaven and Hell no se llamaron Black Sabbath por cuestiones puramente legales hay que reconocer que no se han llegado a ir nunca. Eso si, podemos celebrar que tenemos nuevo disco de la formación original, con Ozzy al frente, aunque con la ausencia de Will Ward.
Cuando escuché 13 por primera vez pensé: “Pues un disco de Black Sabbath, osea, nada menos que un disco de Black Sabbath. Un disco que colocas en la discografía de Black Sabbath y no hace feo. Un disco que no te hace maldecir y preguntarte para que coño han tenido que juntarse y joder un legado histórico. Nada menos. ¿No es decir poco eh?
El otro día hablaba mi amigo Dani Frïlls y me dijo una frase que lo define aun mejor “tiene miticadas a tutiplen (…) pero si las hace Black Sabbath no importa por que las inventaron ellos”. Claro, eso es… ¿Cómo juzgas a uno de los grupos más importantes de la historia del heavy metal? No lo juzgas, joder, haces una genuflexión, te humillas, te golpeas el pecho y te marchas caminando hacia atrás, con la cabeza baja, como deslumbrado despues de mirar directamente al sol.
Yo no digo más (ni menos). SON Black Sabbath, osea, llevan más de cuarenta años en esto y han grabado un album con el que pueden decir bien orgullosos que siguen siendo Black Sabbath.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por BLACK SABBATH