El infatigable Steven Wilson se hace poco de rogar. Si en 2011 nos regalaba esa maravilla de nombre “Grace for drowning” y en 2012 entregaba uno de los mejores discos del año junto al líder de Opeth, Mikael Akerfeldt, este 2013 marca un nuevo cénit en su carrera y ofrece el que, para mí, es el mejor trabajo de su discografía fuera de Porcupine Tree.
Esta joya llamada “The Raven That Refused to Sing (And Other Stories)” es a la vez un compendio de las mayores virtudes de SW como compositor e intérprete, y un maravilloso homenaje a la música que más le ha influido. Así, podemos encontrar pasajes pop que podrían haber sido extraídos de su proyecto Blackfield junto a oscuros homenajes al Kraut rock, fraseos dignos de Van der Graaf Generator, atmósferas a lo King Crimson o jams cercanas al jazz rock.
El sonido del disco es crudo y sin artificios, grabado gran parte en directo por toda la banda y con Alan Parsons a los mandos de la mesa de mezclas. Las letras abordan temas sobrenaturales a modo de pequeñas y oscuras historias propias de, como el título del disco indica, el mismo Edgar Allan Poe.
Y la banda de acompañamiento es una de las más impresionantes reuniones de músicos de los últimos año: junto al propio SW encontramos a uno de los mejores guitarristas de rock de la actualidad, Guthrie Govan; al bajista y stickista Nick Beggs, colaborador habitual de Steve Hackett; al teclista colaborador de Miles Davis en sus últimos tiempos Adam Holzman; al impresionante batería Marco Minneman; y al habitual colaborador de Steven Wilson como instrumentista de viento Theo Travis.
Mención aparte merece todo el concepto gráfico que acompaña al disco, desde el cuidadísimo diseño de su libreto hasta el extraordinario videoclip que viste el tema “The raven that refused to sing”, tan hermosamente melancólico como la propia canción a la que acompaña.
Comentario por Shesmovedon
Fotografía por STEVEN WILSON