Si alguna vez hubo alguna duda con respecto a la postura de El Altar del Holocausto ante la vida, quedó despejada el el videoclip de De Euforia y Nostalgia. Salir de Noche, Jugar al Futbol, Leer Comics, Andar en Patinete, Hacerse un Tatuaje… nada que en principio contradiga la doctrina de la iglesia católica y sin embargo, en contraste con el recogimiento de indumentaria de la Semana Santa Castellana será interpretado como sacrilegio por los cristianos viejos.
Amen. Así, sin tilde. Disfruten de la vida, porque la vida es un regalo, y lo sacrílego es dejarla pasar sin sacar lo mejor de cada ella cada día que se acaba.
Los tintes de post rock de sus primeros trabajos se mantienen y se endurecen, perfilando su estilo de forma cada vez más clara. Tensión y resolución. Melodías evocadoras e inolvidables. Tiempo para la tormenta, pero también tiempo para la reflexión meditada. Cada minuto es sagrado.
A pesar de que su puesto de merchandising siempre echa humo, han decidido no publicar físicamente sus últimos sencillos. Una pena, porque los cuidados diseños merecen verse en carpeta grande. Tal vez en algún momento los reúnan.
De Euforia y Nostalgia se suma a una colección de salmos que conforman ya un misal bastante abultado. En su última homilía pudimos comprobar como consiguen controlar la dinámica en directo con el silencio de un gesto.
Glorioso.