Órbita inició su singladura en 2012, pero sus tres tripulantes llevan ya a sus espaldas muchas horas de vuelo. Y eso se nota. Sus composiciones aúnan las eclécticas perspectivas musicales aportadas por cada uno de ellos. Mezcolanza de bagajes que obraron la magia: música sosegada, etérea que fluye transmitiéndote una absoluta serenidad.
Y si el EP “Base Tranquilidad” fue para los componentes de Órbita una metáfora de la llegada a un objetivo, su nuevo trabajo “Punto de no retorno” se adivina también alegórico. Ajustémonos la escafandra porque la nave despega en 3, 2, 1…
El primer tema, instrumental, hipnótico, te atrapa. Necesitas oír más. Y comienza un viaje plagado de experiencias vitales: huidas, rincones vacíos llenos de olvido, historias donde el orgullo impide claudicar, episodios de abandono y rendición, agridulces “antes” y esperanzados “después”, atardeceres de invierno en los que partir de cero. Cierra el trabajo nuevamente un tema instrumental, bálsamo para las heridas.
“Punto de no retorno” rezuma serena belleza, tanto por dentro como por fuera, gracias al buen gusto y mimo con el que ha sido diseñado su envoltorio, por obra y gracia de Artidoto.
Y ya tan solo nos queda disfrutarlo de principio a fin, de “Alfa” a “Omega”, mientras esperamos a que Órbita nos sorprendan con nuevas coordenadas hacia otro viaje estelar.
Comentario por Nuria de la Vega
Fotografía por ÓRBITA