GENESIS – Nursery Cryme
Estamos en 1971 un año muy importante para la música Rock con álbumes esenciales que con los años serán Clásicos imprescindibles en cualquier Discoteca personal. Allman Brothers Band Live at the Fillmore, David Bowie Hunky Dury, Deep Purple Machine Head, Rolling Stones Sticky Fingers, The Who Who´s next… por citar algunos ejemplos.
En el mundo del rock progresivo las cosas iban fenomenal porque estamos en el momento más creativo de muchísimas bandas que habían surgido dos o tres años antes, donde la vanguardia y el virtuosismo se habían puesto al servicio de la música más rica, creativa y variada que se había hecho hasta ese momento.
El grupo que nos ocupa son Génesis que en 1971 realizaron lo que sería su tercer lp y para muchos, yo incluido, sería el primero de una trilogía junto con Foxtrot y Selling England by the pound, fuera a parte el siguiente The lamb lies down on Broadway de 1974 que es otra historia.
Nursery Crime tiene todos los ingredientes de lo que es un álbum progresivo de la época: letras surrealistas sobre personajes y lugares fantásticos con una mezcla de géneros que van desde el folk hasta el cabaret, pasando por densos y profundos pasajes barrocos a minimalistas secuencias musicales gracias en parte al nuevo integrante de la banda, el guitarrista Steve Hackett.
El otro nuevo miembro de la banda era un joven Phil Collins que aportaría dinamismo y vigor a los pasajes más intensos del álbum demostrando que era uno de los músicos más completos de la banda junto con el teclista Tony Banks.
Peter Gabriel además de ocuparse de la voz tenía como misión de ofrecer al grupo y a los espectadores que tenían la oportunidad de asistir a sus conciertos, asombrosos disfraces con los que caracterizar y dar vida a los personajes e historias de sus canciones.
El repertorio de este álbum seminal de la trilogía lo ocupan extensas suites como The musical box , una de las piezas centrales del disco junto con Harold the barrel y sobre todo The fountain of Salmacis el corte más progresivo y más interesante.
Uno podría decir que este disco tiene su mayor peso en las letras y en la insistencia por parte de Gabriel de crear canciones dentro de canciones de manera que es difícil encontrar estribillos y partes repetidas. Esos es precisamente lo que les hace especiales de manera que siempre que escuchas este álbum parece que suena distinto y eso resulta fascinante porque pocos grupos son capaces de transmitir esa sensación de escapismo y ensoñación. Su música fluye sin seguir un mismo cauce sino que se ramifica hacia mundos oníricos y fantásticos como lo es la inquietante portada de la niñera golpeando cabezas humanas con una maza como si fuera el criquet, un juego inglés, para darle ese toque británico y de campiña inglesa que tienen algunos pasajes musicales. Y eso es precisamente el rock progresivo. Es como la serie Juego de tronos porque nunca sabes por donde va a ir el siguiente episodio.
En resumen es un álbum muy recomendable sino esencial que abre el primer capítulo de una trilogía esencial del rock progresivo y de la discografía de Génesis.
Comentario por Sergio Gomez Acebo