¡¡JO TA KE!!
Para terminar este abril cargado de conciertos, nos dirigimos a tierras vascas, a cumplir uno de los sueños pendientes de quien suscribe estas líneas, poder asistir por fin, a un concierto de Su Ta Gar.
En esta ocasión en la sala Tunk! de Irún, en función desde 1998 y con capacidad para unas 300 personas. Como compañeros de viaje para la ocasión contaron con ELBERETH, banda de Legazpi (Guipuzkoa), formada en 2002 con raíces thrash, a los que pudimos ver hace pocas semanas en La Tribu de Maliaño, y que fueron para mí uno de los descubrimientos del año. Siendo esta una ocasión inmejorable para poder verles en una sala mucho más grande, con mejor sonido y demás. La banda la componen: Aritz Legorburu (Bajo), Rubén Sánchez (guitarra), Xabi (guitarra), Iker Manso (Voz y guitarras) y Xabier Etxeberría (batería).
Empezarían la descarga sobre las 21:15H con el tema instrumental “Lepoa Motzu Arte“ de su último trabajo publicado en 2017 Karma. Preámbulo perfecto para lo que se nos venía encima. Guitarrazos brutales. Tras ello, Iker (voz y guitarra), nos saluda para llegar al tema “Nikomedes” , que sería el primer single del último trabajo, en el que se evoca al último verdugo que hubo en España. Llegando a uno de mis preferidos de este último trabajo “Doinu Ilunak” (Melodías Oscuras), que empieza jugando con los rifs, para luego rugir de una manera brutal. Es aquí donde mi mente, me evoca a los míticos Latzen, sobre todo en su último trabajo Ardi Larruz, con sonido mucho más duro que en los comienzos. Confirmado en el siguiente tema “Patu Beltza” (Destino negro), con la rabia contenida en el espíritu del tema. Prosiguen con “Desioen Kartzela” y “Itzalitako Izarren Lurraldea”, del disco anterior, Iker nos animaba continuamente llegando a “P.S.” con base más trash, las guitarras suenan endiabladas. A continuación llega “Sinismen Galdua” de su segundo disco, otro de mis favoritos, la caña está acompañada de voz más melódica que recuerda a la primera época de Su Ta Gar o los propios Latzen. Tocaría el turno de “Azken Biadaia”, incluida en el single del último disco junto a “P.S.”. Proseguirían con “Noraezean” (vagando) temazo reivindicativo con la problemática de los refugiados como fondo. Encararían el final del concierto con “Gorroto” (odio) y “Itzalak Leihoetan” también del 2º disco, otra de mis favoritas, en la versión del disco, contaron con la colaboración de uno de los mejores frontman del país Brigi de Koma. Terminando así aproximadamente 1 hora de concierto. Confirmándome lo visto en La Tribu, Elbereth han tomado el testigo de Lazen y los propios Su Ta Gar , creo que les aguarda grandes momentos y nosotros estaremos ahí para verlos. Enhorabuena.
Tras el descanso y cambio de maquinaria en el escenario, por cierto bien amenizada con HAMLET de fondo, así da gusto la espera; llegaba el tan ansiado momento de la noche, la entrada a escena de SU TA GAR. Hablar de Su Ta Gar a estas alturas de la película, es mencionar a toda una institución dentro del heavy euskaldun. Banda formada en Eibar en 1989, que ya en 1990 gana el 1er premio del Villa de Bilbao, que le daría derecho a gravar su primer disco “Jaiotze Basatia”, en 1992 publican “Hortzak Estuturik” publicado por el recién creado sello ESAN OZENKI RECORDS por los miembros de Negu Gorriak para promocionar a las bandas en euskera. Así hasta publicar unos 18 trabajos entre discos, directos y algún recopilatorio. En la actualidad forman la banda: Aitor Gorosapel (Voz guitarra solista), Xabi Bastida (Guitarra rítmica), Galder Arrillaga (batería) y Igor Diez (bajo y coros). Musicalmente la banda tiene dos etapas claramente diferenciadas, la inicial, en la que la voz se aproxima más al heavy, con más melodía, para posteriormente ir endureciendo la voz y la propia música, que ha sido siempre uno de los puntos que más me han gustado de la banda, al contrario que muchas otras que empiezan cañeros y que cuando alcanzan cierta fama, tienden a bajar la contundencia y hacerse más “comerciales” para llegar a otros públicos, que suele ser cuando pierden mi interés, con Su Ta Gar, pasa todo lo contrario de menos a más. Si bien es cierto, que en las etapas finales, hay discos que si se acercan a base más comercial y menos cañera, al final la contundencia marca de la casa siempre sale a relucir. La voz de Aitor es todo terreno, tan pronto nos puede sorprender con un tema tranquilo tocado al piano, o lo más bestia del metal. Esa es su grandeza, además de transmitir la rabia contenida como nadie. Su actuación empezaría sobre las 23:40h. y no entrarían con remilgos precisamente, sino con uno de los temas clásicos “Etsi Gabe” del Jaiotze Basatia, su primer disco y el que para mi es el mejor ya que tiene casi todos sus temas clásicos, con vena más heavy. El concierto tendría un repertorio 22 canciones, recorriendo todas las épocas. Es muy difícil quedarse con alguna en concreto porque casi todo son temazos, que mantuvieron al público en lo más alto durante todo el concierto. La mejor parte sería al final de la parte principal, cuando encararon los clásicos, destacando “Rotaflexa Garraxika” del Agur Jauna Gizon Txuriari, que es un portento de velocidad y contundencia, representativa de la segunda época de la banda. Para llegar a los dos himnos más grandes que tiene la banda como son “Jo Ta Ke” y “Mari”, cuantos recuerdos se me vinieron encima, todos entramos en climax. Una verdadera pasada. Ambos temas por derecho propio forman ya parte de mi bso personal, y creo que del metal nacional sin dudarlo. Tras 1 Hora de concierto principal, llegaría el turno para los bises, con tres temas, destacando el último, otro de sus himnos “beguira”, muy coreado por todos. Terminando este último tema de los bises la banda se despide aparentemente, lanzando púas y demás. Pero cuando ya parecía que todo se acababa, vuelven a la carga con un segundo lote de bises, empezando por la balada “Itxaropena” (Esperanza), pasando por uno de mis temas preferidos “Gau iluna Amaitu Da”, otro himno más, en el que la voz de Aitor y las guitarras suenan únicas. Para terminar con “Zure Atzetik” del primer disco. Como colofón despidiéndose de todos nosotros se marcarían una versión del “No somos nada” de La Polla, la única en castellano en toda la noche, completando casi 2 horas de concierto.
De lo mejor que he visto, un lujazo poder haber asistido por fin a un concierto de estos cracks, creo que mi karma estará en paz por una buena temporada, gritando bien alto: JO TA KE!!.
Crónica y fotos de John Man