El fan nunca es objetivo, por mucho que lo intente, a veces es apasionado y otras está despechado, pero nunca consigue situarse en la linea de la objetividad. Enfrentar las expectativas con la realidad no es un buen ejercicio para ser justo con ella. Así que partiendo de la base de que ni puedo ni quiero ser objetivo con Anneke intentaré reseñar este último trabajo suyo en solitario.
Cuando The Gathering y ella separaron sus caminos en seguida supe que todo lo que viniese después por parte de unos y otra no iba a ser capaz de igualar lo que ya teníamos. Como suele decir mi amigo Javi referiendose a Spock’s Beard es el típico proceso de ganar dos buenos grupos perdiendo uno cojonudo. Mientras The Gathering han optado por buscar una sustituta de timbre muy similar a Anneke (como si nada hubiese pasado) Anneke no ha buscado sustitutos para The Gathering, si no que poco a poco ha ido avanzando en un terreno algo distinto.
Tras un disco bastante interesante, las últimas noticias que tenemos de TG son un globo de casi once minutos llamado “Heroes for Ghosts” que nos recuerda las partes más psicodélicas del How to Measure a Planet? A pesar de ello no han conseguido desatar tanto interés como los últimos discos de Anneke y no puedo dejar de sentir que hay algo profundamente injusto en ello. Anneke fue la voz de The Gathering y parte de su personalidad durante mucho tiempo, pero ni con mucho lo único interesante que hay en ellos.
Anneke por su lado fundo nueva banda Agua de Annique, que poco a poco se ha ido convirtiendo en un simple “Anneke van Giersbergen” en la portada. Musicalmente ha optado por la parte más directa de TG, haciendo referencia a los últimos discos y sobre todo siendo continuista con Home. A la vez la hemos visto, cada vez más, mostrando una faceta acústica e intimista en la que parece sentirse muy cómoda.
Dicho todo esto como preludio podemos centrarnos ahora en Everything is Changing y decir que desvinculandolo de todo lo anterior no es un mal disco en absoluto. Tiene canciones enérgicas y poderosas, melodías que te atrapan a la primera y sobre todo la increible voz de Anneke. Hay variedad en los arreglos, aunque la estructura tiende a ser sencilla. El tono en general es vitalista y más alejado de la melancolía con la que nos enamoró durante los noventa.
El fan nunca es objetivo y como fan tengo que decir que se me ponen los pelos de punta antes con lo que andan haciendo TG, a pesar de que siento una profunda pena cada vez que pienso que no es Anneke quien canta. Anneke ha firmado y sigue firmando muy buenos trabajos, pero hay algún punto emocional que ya no me toca como antes y por más vueltas que le doy al disco no consigo dejar de sentirle un poco frio, lleno de buenas canciones, pero ya no tan intensas y cercanas.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por ANNEKE VAN GIERSBERGEN