Hamlet no pinchan. Joder, recuerdo una vieja conversación en un autobús hacia un concierto en el que alguien me dijo, “han encontrado la fórmula y de ahí no se mueven”, acababan de publicar Insomnio. Tenía parte de razón, pero el tiempo ha matizado aquella sentencia. Hamlet habían encontrado su esencia, la esencia que descubrieron en Sanatorio y que se convirtió en el sonido Hamlet, después si que se han movido, han ido explorando nuevos caminos, incluso se puede decir que se han dejado influir por las tendencias de cada momento, pero nunca han dejado de ser los Hamlet que empezaron a ser a principios de los noventa. Así, a veces han sido un poco más rap metal, a veces sonaban algo a Deftones, otras se dejaron influir por el hardcore, han pasado momentos más melódicos y momentos más progresivos, pero hay un sonido y un tipo de riff que define la columna vertebral hamletiana.
La Puta y el Diablo fue oscuro y enrevesado, y desde ahí han partido para componer este nuevo trabajo. Hay temas que mantienen esa esencia, pero también volvemos a encontrar voces melódicas al estilo Syberia y claros singles, mucho más directos como un mundo en pausa. Creo que en resumen Hamlet saban aplicar muy bien la formula de avanzar sin dejar atrás lo que ya has hecho. Así en Amnesia nos encontramos muchos recursos que ya habían utilizado, pero sigue habiendo frescura y talento detrás y también algunos detalles bastante novedosos en Hamlet como el blastbeat blackmetalero de Desesperación o la intro Origen que casí podríamos etiquetar de doom y que enseguida desemboca en un riff puramente Hamlet. Todos esos detalles hacen que aunque sea 100% Hamlet no suene a “otra vez lo mismo”.
No se hasta que punto su paso por Roadrunner les habrá abierto algunas puertas en Europa pero lo que si tengo claro es que Insomnia les coloca una vez más a la misma altura de muchas bandas de países vecinos a las que inconscientemente tenemos por más grandes.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por HAMLET