Hace más de tres lustros que Foo Fighters grabaron su primer disco. Tal vez en España aun no seamos muy conscientes de la magnitud de esta banda, pero a dia de hoy muy pocos se pueden medir con ellos en cuanto a popularidad, ventas, y llenos en los conciertos.
Su septimo disco de estudio es una nueva muestra de lo claras que tienen las cosas y del control que, pese a la magnitud de la banda, siguen teniendo sobre sus canciones. De hecho, el album se ha grabado en analógico en el garaje de Dave Grohl. Está claro, que el equipo que Dave pueda tener en su garaje superará con creces el que hay en muchos buenos estudios, pero también está claro que quieren mantener las cosas en su sitio y controlar todo el proceso desde la creación hasta el quemado de la galleta.
Hay que mencionar, aunque sólo sea por la curiosidad que Butch Vig, que fuera productor del Nevermind, ha sido también el encargado de producir este último disco de Foo Fighters, teniendo en cuenta que Krist Novoselic colabora como bajista en un tema, nos hemos encontrado con una especie de momentanea reunión de Nirvana sin Kurt, que obviamente no pasa de lo anecdótico.
Algunos de los fans se han apresurado a colocar Wasting Light entre lo mejor de la carrera de Foo Fighters. Personalmente tengo que reconocer que es un grupo que siempre me ha gustado y nunca me ha vuelto loco. Tienen la cualidad de hacer canciones tremendamente redondas y de caer simpáticos a la gente. Creo, simplemente, que han vuelto a firmar un disco de indudable calidad, que son a dia de hoy mucho más de lo que cualquiera hubiesemos esperado a medidados de los noventa y que, por la pinta que tiene van a darnos aun muchos años de buenos singles.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por FOO FIGHTERS