Recuerdo que cuando vi a Burst en directo, acompañando a los también suecos Opeth, me fui con la sensación de necesitar escuchar el disco. El sonido me resultó un poco confuso y me daba la sensación de estarme perdiendo muchas cosas. Recuerdo que al volver a casa y conseguir su disco confirmé esa sensación, su música es intensa y está llena de detalles, que hay que escuchar con la máxima claridad y al menos en aquel concierto y sin conocer las canciones no me estaban llegando.
Si les preguntases a ellos, te dirían que tocan rock, pero que lo hacen a su manera. Si yo tuviese que tirar de referencias te diría que además de con los citados Opeth ahora mismo están girando con The Ocean, y que al igual que estos llevan cualquier influencia que les parece oportuno para crear un sonido particular y lleno de contrastes, que van desde la música más intensa cercana al harcore hasta sonidos ambientales, todo ello junto a riffs endiabladamente enrevesados y ritmos complejos, llenos de contratiempos que no van a dejar a tu cabeza descansar durante todo el disco.
Lazarus Bird merece detenimiento en su escucha, hay mucho que sacar de este disco, y sin duda se llevará de calle a los fans de Disillusion, Messugah, o The Dillinger Scape Plan, por poner algunos ejemplos que puedan orientaros. En definitiva, si te gusta la caña pero también te gusta los ambientes post rockeros, la música melódica pero también te gusta la música demencialmente experimental dale una escucha porque puede engancharte con facilidad.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por BURST