Smith y los suyos no acaban de firmar el mejor disco de su carrera, es flojo en comparación con su etapa dorada, y es flojo en comparación con su último trabajo completo. La sensación es parecida a la que dejó Bloodflowers, sólo que esta vez, sabiendo que aquello no fue el final, hay esperanza.
Es curioso, porque 4:13 (Cuatro miembros / trece discos) se abre con un tema muy oscuro y caótico, una sensación que recuperan en algunos otros temas, como Scream, las dos juntas son para mi lo mejor del disco y precisamente las que dan lugar a la esperanza de la que antes hablaba. Sin embargo, tenemos por ahí la triada de singles de las que Sleep When I’m Death me parece la mejor, aunque tiene un inicio más prometedor que lo que luego depara en sus casi cuatro minutos de duración; Only, que supongo que a fuerza de escuchar puede convertirse en un tema bailable aunque no aporta ni una micra a otros del mismo corte que han compuesto ya en demasiadas ocasiones y Freak Show que personalmente no me dice demasiado, aunque puede que con el tiempo aspire a convertirse simplemente en “una canción pegadiza de The Cure”.
He leido por ahí en algunas reseñas que el disco es The Cure al 100%, algo con lo que no estoy muy deacuerdo, porque para empezar han decidido prescindir de uno de sus signos de identidad, el sonido de teclados y han rockerizado bastante sus guitarras. The Cure parecen estar buscando algo que no han acabado de encontrar, no están en su mejor momento pero al menos mantienen el tipo tras 30 años como banda y creo que aun nos pueden deparar algún giro de timón que genere música interesante en el futuro. 4:13 es irregular, gran parte del disco no está a la altura, pero como ya he dicho, hay varios momentos del mismo que dejan abierta una puerta, que, si se deciden a cruzar, puede traer grandes temas en próximos albumes.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por THE CURE