Hay que afrontar la escucha de este disco tomando en cuenta la situación vivida por la banda y lo que el álbum significa. Tarja era una institución dentro del metal a nivel mundial, considerada por muchos como la madrina de la nueva oleada de cantantes femeninas de la escena “gótica”, así que el anuncio de su despido de Nightwish causó conmoción y sobre todo incertidumbre. ¿Qué pasaría con el grupo? ¿Seguirían? ¿Podrían reemplazarla? ¿Tendrían éxito? Cientos de preguntas como estas pasaron por la mente de los seguidores del grupo, muchos nombres se barajaron como posibles sustitutas, entre ellas nombres bastante conocidos como Liv Kristine o Simone Simons, sin embargo pasaron los meses, pasaron los años y no había un anuncio oficial. Al final, y solo recientemente, se anunció que la nueva front-woman del grupo sería Anette Olzon, prácticamente una desconocida cuyo único antecedente conocido eran dos discos de mediana calidad con el grupo de rock melódico Alyson Avenue.
La expectación fue máxima y finalmente llego la hora de la verdad, el lanzamiento del nuevo álbum, el regreso de Nightwish y une prueba de fuego de cara al futuro de la banda. “The Poet And The Pendulum” abre el disco dando una bofetada certera a todos aquellos que los acusaron de venderse por aparecer en MTV y demás medios masivos. Un tema de 13 minutos de duración que bien podría servir de resumen del álbum, ya que en el se mezclan partes rápidas y agresivas, coros grandilocuentes y solos virtuosos con partes lentas, sinfónicas e interludios instrumentales. Tras este comienzo atípico atacan con “Bye bye beautiful”, un tema agresivo cantado a medias entre Annete y Marco cuya letra hace claras referencias a Tarja. Le sigue el primer single “Amaranth”, un tema muy melódico y comercial en la línea de “Nemo”, de su anterior disco y en el cual Anette muestra su calidad vocal con unas complicadas armonías y un excelente estribillo. Más adelante nos encontramos con “Master passion greed”, otro guiño a “los despedidos” y quizás el tema más duro y agresivo de toda su carrera. La voz de Marco toma mayor protagonismo con el paso de los años, este tema concretamente es cantado íntegramente por el y puede llegar a confundirse con una canción de su otra banda, Tarot, al igual que “7 Days To The Wolves”. Eva es una bella balada, lenta y sinfónica que recuerda a temas como “Sleeping Sun” y precede al que quizás el momento más memorable del disco, al menos para mí. “The Islander” es una especie de balada acústica cantada una vez más por Marco, la cual tiene alguna semejanza con Blackmore’s Night pero con un aire Celta. Viene acompañada por la bella instrumental “Last Of The Wilds” que sirve de preludio para afrontar la recta final del álbum.
En mi opinión Nightwish ha resucitado, el cambio les ha beneficiado y han editado un excelente disco que se coloca a la altura de su obra cumbre “Wishmaster”. Tuomas ha compuesto unos temas excepcionales y el grupo al completo los ejecuta ala perfección, sin dejar grieta alguna. La voz de Anette no es operística como la de Tarja sino más “dulce”, más pop, lo cual también les beneficia comercialmente ya que los coloca en competencia directa con Evanescence y Within Temptation aunque con canciones exponencialmente mejores. Otra cosa a reseñar son los arreglos orquestales. Grabados en los míticos estudios “Abbey Road” de Londres y tocados por la “London Session Orchestra and Metro Voices”, obteniendo un resultado impactante que dota al disco de una majestuosidad y pomposidad pocas veces vista que, sin embargo, empasta a la perfección con las partes duras y metálicas del grupo en un conjunto memorable. El resto del disco se grabó en varios estudios de Finlandia entre los que están sus amados “Finnvox” en donde fue mezclado y masterizado por el infalible dueto de Mikko Karmila y Mika Jussila.
En definitiva, inmejorable regreso de Nightwish, aprobaron con sobresaliente y demostraron que aun les queda mucho por decir, y yo me alegro. No dejéis pasar este disco y su posterior gira por España en Abril de 2008.
Comentario por Juan Pablo Agudelo
Fotografía por NIGHTWISH