Como ya dije cuando presentamos por aquí Eclipse, el anterior disco de esta banda, cuando Tomi Joutsen se unió al grupo tuvimos nuestras dudas sobre la continuidad de Amorphis. Joutsen era para la gran mayoría de nosotros un auténtico desconocido que venía a suplir la presencia de Pasi Koskinen como vocalista del grupo, quien a pesar de no haber sido tampoco la voz original en Amorphis llevaba imprimiendole caracter desde los lejanos tiempos del Elegy. Sin embargo, la inclusión de Joutsen resultó un verdadero acierto, ya que su registro cumple a la perfección con las voces melódicas a lo Koskinen y además recupera las voces más agresivas que creiamos perdidas para siempre desde Tuonela, cuando Tomi Koivusaari se decidió a incluir su último alarido para dejar definitivamente el terreno vocal y centrarse exclusivamente en las guitarras. Así pues Tomi Joutsen ha pasado a ser el vocalista ideal para Amorphis, aunando perfectamente las faceta melódica y agresivas de la banda y añadiendo a la vez mucha personalidad que le alejan lo suficiente de otros cantantes melódico-guturales actuales.
Si Eclipse, pese a su calidad, podría ser considerado un disco de transición por lo del cambio de vocalista, Silent Waters despeja un 75% de las dudas en los 15 primeros segundos de escucha y el 25% restante durante los dos minutos siguientes. Estamos ante los Amorphis más interesantes de los últimos años. Si bien nunca han dejado de publicar buenos trabajos, ahora parecen mucho más inspirados, y la cantidad de buenos temas en este nuevo disco se acerca muy peligrosamente al total. Amorphis siguen marcando su personalidad a través de sus particulares teclados y las melodías repetidas en las guitarras, por otro lado, como ya he mencionado, la versatilidad de las voces hace que el disco tenga muchas más texturas y que sea por tanto mucho más interesante de escuchar.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por AMORPHIS