Nuestros pasos han quebrado, sus hojas secas y su crujir es hoy la melodía que le llena de vida. El árbol que renueva sus frutos, su sombra, sus cantares e ideas, al compás del viento y la lluvia, graba en sus surcos tras años de historia; Igor Sánchez – Mesmerized/ Addiction. Romina Pérez – Addiction. Surcos espaciados, surcos regulados nos delatan. La profundidad de lo aprendido. Raíces esculpidos por la pendiente del terreno, surcos libres, en un paisaje musical pero con un horizonte cambiante en matices. Colores y atardeceres, han quedado marcados en sus raíces y dan nueva sonoridad a la tierra en la cual se hunden, hurgando insaciables. Su suave sombra nos rodea con un ritmo que se mueve, un rastro verde, un refugio y descanso, a la danza de los voladores. Suave fuente de amarga savia, camino de notas que suben y bajan, amarillas sus hojas al sol, blanca su corteza al reflejo de la luna. Una flauta lejana suena. La copa luce frondosa atraída por la luz cenital. Notas recién afinadas susurran al viento música de madera. Un sombrero se ha enredado en las ramas. Cae un tono, un ave se posa.