Elizabeth Swann tenía doce años cuando navegaba junto a su padre, el noble gobernador Weatherby Swann, y el oficial James Norrington rumbo a Port Royal desde Inglaterra. Durante la travesía encontraron los restos de un barco atacado por piratas y a un niño llamado William Turner flotando a la deriva con un extraño medallón dorado colgando del cuello. Una vez el chico estuvo a salvo en su barco y temiendo que el medallón lo identificase como un pirata, Elizabeth lo tomó y lo conservó sin decirle nada a nadie. Aparentemente sólo ella parece vislumbrar entre la niebla cómo un misterioso barco con velas negras abandonaba el lugar del desastre. Ocho años después, Elizabeth vive acomodada en el palacio de Port Royal, junto a su padre, que es el gobernador de la isla al servicio del Imperio británico. Will Turner trabaja como aprendiz de herrero y siente algo por Elizabeth aunque su baja clase social le impide tener el valor de acercarse a ella, que también parece mostrar algo de interés por él.