FASTUM FOR CERVICAL
Para los amantes de la tralla, la cita del pasado sábado noche en La Tribu de Maliaño era obligada. Opposer, uno de los más grandes y veteranos grupos de thrash/death en Cantabria, acompañados de los jóvenes Dogma.
Cuando llegamos a la sala, un buen rato antes de la hora estimada de inicio del concierto, nos sorprendió gratamente el ambientazo que había, con un grupo de versiones animando la celebración de un cumpleaños. Tras finalizar, aproveché el cambio de escenario para saludar a todos los conocidos. Es lo bueno de este tipo de conciertos, que siempre te encuentras con viejos colegas, aunque también había rostros nuevos lo cual es de agradecer.
Al poco rato subían a las tablas Dogma, a los cuales tenía muchas ganas de volver a ver desde la última vez que tuve oportunidad en 2015. Desde entonces han cambiado su formación, pasando Asier (guitarrista) a ser también la voz principal, y con un batería (Chus) y bajista (Hugo) nuevos, completando Fer la formación a la otra guitarra. Su thrash metal clásico con tintes death y cargado de mala leche, enseguida engancharon a los allí presentes. Tan solo hacia final del concierto una de las pantallas de guitarra nos dio un pequeño susto al dejar de funcionar, pero enseguida el problema fue solucionado y el concierto pudo seguir adelante. El setlist se compuso básicamente de temas propios y una versión del Refuse Resist de Sepultura. Tras un concierto breve pero intenso, los chicos se despidieron para dar paso a Opposer.
Y qué decir de Opposer a estas alturas. Quien va a verlos sabe exactamente lo que se va a encontrar: pasión, velocidad y un derroche de energía sin límites. Para algunos de los asistentes era su primera vez, pero desde el minuto uno quedaron rendidos al thrash/death que practican los de Reinosa. Tocaron íntegro su último disco “Darkest Path” (2017), y recordaron también temas de su trabajo anterior “Remember the Past” (2013). Trallazo tras trallazo el público se calentaba, llegando a haber algún que otro mosh pit frente al escenario pese al poco espacio disponible. Todo esto hizo que la temperatura de la sala subiera, y aunque los músicos estaban sudando a borbotones, en ningún momento decayó su actuación.
Cuando un concierto se disfruta tanto el tiempo pasa volando, y sin darnos cuenta el setlist había llegado su fin. Tantas ganas había de seguir con la fiesta que no pudimos evitar pedir un tema más. Y aquí tengo que destacar los cojonazos de Iván Santalla (batería), que pese a estar extenuado entre el agobiante calor y el desgaste que implica llevar el ritmo en este tipo de música, lo dio todo una vez más con absoluta precisión. Todos ellos demostraron el nivel de entrega que tienen siempre con su público. Jose, Toyos, Ivan y Nando… ¡sois enormes!.
Después de ver a estos dos grupazos, solo añadiré que al día siguiente tuve que vaciar medio bote de fastum gel por mis cervicales.
Crónica y fotos by Lía Lawless.