Tenían sólo un puñado de canciones, cinco, porque no les hacía falta más. Llegaban al escenario y tocaban los primeros minutos la canción y luego a improvisar sobre la misma. Las convertían en entes vivientes, en algo totalmente orgánico. Pero la discográfica (Elektra) no estaba por la labor de grabar sólo cinco temas, así que Iggy se saca de la manga que tienen más temas y acaban rellenando el disco con “Real Cool Time”, “Little Doll” y “Not Right”, que desde mi punto de vista no están a la altura, aunque cumplen perfectamente y no estropean la obra en su conjunto, que iba a ser una producción a cargo de John Cale (de la Velvet Underground), y cuya mezcla final fue desechada por la compañía Elektra por considerarla demasiado “pulida”, acabando el propio Jac Holzman (director de Elektra) en ocuparse de la supervisión de la producción y mezcla.
No me imagino “I Wanna Be Your Dog” sin los cascabeles que grabó el propio Cale junto con la viola en We Will Fall. Este tema junto con Ann me traslada inevitablemente a una de mis bandas favoritas, The Doors (una de las bazas más importantes de la discográfica en aquellos años), y que tanto la portada como la contraportada del álbum desprenden cierto tufillo de a dónde nos quiere llevar Elektra o cómo pretendía vender su nuevo producto, pariendo una especie de cruce entre Morrison y (Lou) Reed, una criatura bastarda que rezuma rock garajero y actitud a raudales, que no sólo saben rasguear riffs, si no también dar textura y atmósfera y color a las composiciones (y de eso sabe mucho la guitarra de Ron Asheton). La hipnótica We Will Fall nos rompe el ritmo del álbum para introducirnos en un éxtasis que culmina con el solo de viola a cargo del gran John Cale. 10 minutos de gloria que nos devuelven tras su paso al rock and roll con uno de sus grande y míticos cortes, No Fun, del que años más tarde los Sex Pistols harían una versión rindiendo tributo a una de las raíces genuinas del punk.
El 19 de agosto de 2005 tuve el enorme placer de poder disfrutar de la banda original en directo desde la explanada de Botica Vieja en Bilbao. Una experiencia inolvidable dónde repitieron una y otra vez el repertorio, que incluía las joyas de este pedazo trabajo.
Comentario por Dako