Aún recuerdo el día de invierno que apareció Dani por mi casa con un minidisc y me dijo “estas tres canciones que quedan son para ti y para mí, así que vete buscándoles la melodía en la voz y las letras”. Y allí me dejó, a menos de un día de la grabación con tres canciones que no les encontraba el sentido. Al final, tras mucho pelearnos y estar hasta bien entrada la noche dando unos voces en mi piso que no eran ni medio normales, salieron La careta, Una noche de violencia y No olvides. Ahora me acuerdo riéndome, pero aquel día no nos hizo tanta gracia el vernos con el toro encima y con las cosas a medio acabar, como seguro tampoco le iba a hacer a Kama y al resto de Pablus Dog. Pero al final todo salió a pedir de boca, ese día desquitamos la grabación de los tres cortes y dos días después todas las pistas del master estaban listas. Y desde entonces hasta aquí, hasta hace un par de fin de semanas que por fin la gente pudo tener en sus manos el disco de Pablus Dog, que es más que plástico, metal y papel, son retales de la ilusión de cinco chicos. Para quien no conozca los comienzos del grupo de Maliaño, arrastran una historia de siete años pero como formación actual datan del 2002, en los comienzos se llamaron Los Niños para posteriormente adquirir ya el actual Pablus Dog. Tras muchas idas y venidas en la voz por parte de Dani, por falta de tiempo y por diferentes problemas de incompatibilidad con sus quehaceres diarios, de haber pasado gente como Crespo de Too Much Pressure por el puesto, al final la cosa se estabiliza y ya con los cinco miembros actuales entregados al proyecto las canciones empiezan a sonar mejor, a tener un estilo propio en el que se entremezcla la fuerza, la velocidad, la fusión de mil estilos y sobre todo la alegría y la diversión que cada canción desprende cuando se las escucha. Definidos como punk melódico, también tocan palos tan dispares como el hardcore melódico o el heavy, sin olvidar el metal o el pop; Esa mezcla de influencias ha sido lo que ha dado al grupo de Maliaño un sello propio, que te dejan marcado en la cabeza y en los labios, melodías que no podrás evitar recordar y repetir una y otra vez. El disco se abre con el que es, bajo mi punto de vista, el tema que más define a Pablus Dog, Por más que quieras, velocidad, melodía y una evidente deuda con bandas como Ramones, Turbonegro o Blink182, una mezcla de antigüedad y modernidad que hará las delicias de todo oyente en los dos minutos y poco que dura la canción. Esta fórmula la encontraremos de nuevo en canciones como Visión Inferno o I wanna be your love, canción que cierra el disco, puro punk-rock macarra desde Socabarga. Pero esa diversidad antes comentada también hace que encontremos en el CD de Pablus cortes como Don’t let me alone o Un día más, canciones más melódicas y con un corte más pop, donde se pierde intensidad y se da paso a una mayor melodía, y en el otro extremo cortes donde las canciones ganan mucha fuerza y recorren estilos como el hard rock o incluso el heavy o el metal; cortes como La careta, canción que haba de la falsedad y la doble moral, y No olvides, bajo mi punto de vista el mejor corte del álbum, un canto por y para la amistad como un vínculo que jamás se pierde a pesar de lo que pase. A medio camino se encuentra Una noche de violencia, un tema súper cachondo y popero que recuerda a los Blink más traviesos, pero que después tiene una parte final muy cañera, o Don’t Damn me, canción rápida y de ritmos más pesados. En definitiva 10 muy buenas canciones que piden ser escuchadas y sobre todo ser disfrutadas, con una clara invitación al bailoteo, la fiesta y, sobre todo, la diversión. Ese es el sinónimo que hay que buscar cuando se habla de Pablus Dog: diversión; toda la alegría y la frescura que desprenden sus canciones y sus intensos directos donde harán que sudes la gota gorda. En el CD además encontrarás accesos a su página web, un tema inédito como es la genial Un siglo de odio (que bajo mi punto de vista debieron grabar en el disco), fotos y contenido multimedia con dos videoclips, uno de Lucia, teclista de London Luxury, con imágenes de conciertos, ensayos y locuras, y el otro grabado en el New y montado por Estudios Blancos, una oferta muy interesante y a un precio económico, ocho euros que parecen ridículos en los tiempos que corren donde encontramos discos más caros y con una menor producción y un contenido que ni se acerca al de ellos. Quizás yo no haya sido el más indicado para hacer esta reseña, colaborando en tres canciones en el disco, en alguna más en directo y siendo el sexto miembro de Pablus, pero el cariño que me une a todos y cada uno de estos cinco chicos hace que la escriba desde lo más hondo de mi corazón. Como dice Dani en el libreto, amor para los amigos y odio para todos los demás, y si algo encuentras en estos chicos es que son inclúso más grandes como amigos de lo que ya son como músicos. No dejes pasar la oportunidad de verles en directo y de hacerte con el disco, da igual sino te gusta el estilo o las melodías… No importa: no intentes escapar de ellos porque te encontrarán y acabarás bailando al son de sus canciones. Te lo aseguro.
Comentario por Dr. Amor
Fotografía por PABLU´S DOG