La normativa de espectáculos pone trabas a los músicos en Santoña. ANFAE celebran aunalmente un concierto de aniversario en El Cisne Negro, pero este año no va a poder ser según explican en el siguiente comunicado.
“Tal día como hoy, pero hace cuatro años, nos encontrábamos ensayando, nerviosos y emocionados, en los prolegómenos de lo que iba a ser nuestro primer concierto en el cisne negro de, por supuesto, Santoña. Desde aquel momento siempre hemos conmemorado esa fecha con un nuevo concierto en el mismo lugar a modo de aniversario, peeeero no este año…
Debido a la entrada en vigor de la nueva ley de espectáculos el año pasado y a su torticera interpretación por los distintos consistorios de la Región (nos encontramos ante un problema general) los grupos están teniendo ciertos problemas, no digamos ya una banda como la nuestra, para encontrar locales donde poder tocar.
Por otro lado aquellos establecimientos que cumplen con las leoninas condiciones apuestan en su mayoría, algo que entendemos y comprendemos, en esto no nos engañamos, por bandas más establecidas y “amables” o por grupos de versiones y tributo (al dinero ¡tampoco os engañéis vosotros!) y ante esto solo una pequeña reflexión.
Hasta hace dos y tres años Santoña tuvo momentos en verano de albergar cuatro conciertos en un mismo día, todos con gente. Luego empezaron a llegar las pequeñas restricciones, por ejemplo de horario o la prohibición de eventos en las fiestas patronales fuera de los lugares asignados por el consistorio (¡!) todo eso aderezado con pequeñas multitas a algunos establecimientos aquí y allá, temerosos ante cualquier queja por ruidos y a modo de aviso de lo que estaba por llegar… pero es que tenían razón.
Santoña no puede convertirse en un lugar lleno de dinamismo cultural artístico, no hombre no, eso sería un crimen. A Santoña se viene a comer un pinchuco de anchoas (¡sin sable por favor!) y degustar los tradicionalísimos chochitos ricos de tooooda la vida (al menos eso dicen en Master Chef) mientras nos sentamos en las innumerables terrazas escrutándonos los unos a los otros de arriba abajo con aires de superioridad como Epulón hacía frente a Lázaro, obviando que en realidad todos somos este último. Sin Lugar a dudas una época maravillosa.
Como punto final decir que, conciertos lo que son conciertos no, pero al menos este año tendremos de vuelta “el día del ruido” algo que nos alegra y parece genial, que conste, pero que, dada la situación, es la perfecta definición de ironía.
Firmado: EL CANTANTE”