Soy de los que tuvieron la suerte de crecer escuchando, únicamente, los discos de AC/DC con Bon Scott. El tío de un amigo nos fue grabando en cinta de casete los citados álbumes uno a uno y los devoramos, literalmente. Aunque no crecí en la época en la que Bon todavía vivía, fue como si hubiese vivido su carrera con total intensidad, como si hubiese estado vivo para mí. Se convirtió en el referente para muchos de mis colegas de Santoña. Nos encantaba su chulería, su voz y su forma de vestir. Era el macarra más carismático del mundo, un regalo venido de los infiernos para ayudarnos a superar aquellos duros años santoñeses de principios de los noventa.
Cuando por fin me atreví con “Back in Black”, me llevé una enorme sorpresa y una gran decepción personal. Digamos que me molestó bastante haber pasado por alto aquel álbum, me pesó enormemente no haberle escuchado unos años antes. Descubrí que con Brian Johnson la banda mejoraba su fórmula exponencialmente. Si con Bon AC/DC eran un Dodge Challenger, con Brian se convertían en un puto cohete que era capaz de sonar más duro y más veloz que nunca, eran un auténtico Ferrari sónico.
“Back in Black” fue un trabajo envuelto en tragedia que misteriosamente se convirtió en el mayor éxito de la banda. Vendió cincuenta millones de copias en todo el mundo y es el tercer álbum de estudio más vendido de la historia de la música popular. El disco fue grabado en condiciones sumamente complicadas. La banda había perdido a Bon Scott el 19 de febrero de 1980, poco después de haber finalizado la gira de promoción de “Highway to Hell” y la búsqueda de un sustituto adecuado se antojaba complicada por no decir imposible.
Además, siempre se dijo que la mayoría de las letras del álbum fueron escritas por Bon y que la banda las aprovechó en su propio beneficio. Esto eclipsó durante una temporada la reputación del álbum y no dejó en un buen lugar al resto de la banda. Nunca se ha podido demostrar, pero se da por sentado que canciones como “Let Me Put My Love Into You” y “Have a Drink on Me” estaban en proceso de creación antes de morir Bon Scott. Tienen el sello de Bon grabado a fuego. A pesar de todas estas afirmaciones, la aportación de Brian Johnson en “Back In Black” se considera una de las mejores de la historia de la banda. Brian llegó a alcanzar notas altísimas con su voz en canciones como “Shake a Leg” y se defendió muy bien como letrista en temas como “Givin The Dog A Bone” y “You Shook Me All Night Long”. En lo que respecta al resto de la banda, todos dieron lo mejor de sí mismos llegando a conseguir un sonido enérgico, veloz, limpio y muy nítido. Fueron a por todas para que el trabajo estuviese, más que nunca, a la altura de su leyenda y a la altura de los grabados junto a Bon Scott.
Antes de fallecer Bon, la banda había conquistado Europa, pero Estados Unidos se les resistía, con este trabajo ya no hubo lugar a dudas, el mundo era suyo. “Back in Black” fue lanzado al mundo el 25 de julio de 1980 y alcanzó el número 15 en el Reino Unido y Australia y el número 4 en Estados Unidos. La producción de Robert John “Mutt” Lange resultó ser decisiva para conseguir el sonido y el empaque sonoro definitivo que aupó a AC/DC a lo más alto. Después de mucho batallar, AC/DC consiguieron la dominación de millones de hogares en todo el mundo y jamás volvieron a mirar atrás.
Nacho García Álvarez