AL Garcia, tercera generación de madrileños, es uno de los pocos gatos auténticos que van quedando en la capital.
Ha trabajado como contable, fotógrafo, ilustrador, auditor y actualmente pasa muchas horas programando y estudiando patrones de comportamiento como analista de datos.
Creció de la mano de Star Wars y todo un sinfín de películas y series ochenteras, que estimularon su imaginación hasta una galaxia muy, muy lejana. Lector compulsivo, nunca se ha atrevido a contar todos los comics y libros que tiene en su casa.
El primer juego que recuerda es El Imperio Cobra, pero tuvieron que pasar muchos años hasta que descubriera que los juegos de mesa iban a ocupar buena parte de su tiempo. No tiene un juego preferido, pero si hay que gestionar recursos no suele decir que no a una partida.
Cuando le preguntan por el juego de mesa Black Hills, del que es diseñador e ilustrador, siempre dice que ha sido un regalo de la vida. Actualmente, tiene varios proyectos en mente relacionados con la escritura, pero esa es otra historia.