ALICE COOPER – School’s Out
Si un día algún juez decidiese que se pagase a Vincent Damon Furnier un dólar por cada vez que una alguien se ha inspirado en él para hacer un tema, un album, un directo, o simplemente para pintarse la cara, probablemente no hubiese dinero suficiente en todo el Rock and Roll para saldar la deuda. Iba tocando que pasase por nuestra sección de clásicos.
Nos vamos a remontar al año 1972, cuando Alice Cooper era el nombre de toda una banda, unos tres años antes de que Vincent decidiese tomar las riendas y quedarse en solitario con el nombre. Quedan por tanto para ocasiones futuras otros albumes suyos que podrían ser igualmente comentados, como Billion Dollar Babies, Welcome to my Nightmare o Trash, por ejemplo.
Nos encontramos en los inicios de la carrera de Alice; Los dos primeros discos de la banda estuvieron altamente influenciados por el genial Frank Zappa, en cuyo sello editaban. Sin embargo la compra de Straight Records por Warner y la mano de Bob Ezrin fueron ayudando a la banda a encontrar un sonido más asequible, también más personal y maduro.
El tema que le da título se convirtió inmediatamente en un himno generacional que representaba muy bien la rebeldía inherente al rock and roll, pero School’s Out es un disco variado que sorprenderá a quien a estas alturas sólo conozca el single, ya que además de ese ramalazo directo y casi punk, sus casi cuarenta minutos de duración están llenos de sorpresas y arreglos imposibles en algún punto entre el rock sinfónico y el vodevil.
Aun así, hay que reconocer que el éxito de Alice Cooper trasciende a lo puramente musical, y probablemente nunca hubiese alcanzado la gloria sin sus excesivas perfomances, pioneras en el glam de onda más siniestra. Alice Cooper fue inmediatamente tachado de inmoral y adorador del diablo, y toda esa mala prensa ejerció de catapulta hasta convertirle en el icono que todxs conocemos.
Comentario por Oskar Sánchez