Decía Nietzsche que pensar en el suicido es un consuelo poderoso que ayuda a pasar una mala noche. En el año 2001 Anathema grababan A Fine Day to Exit, una de las obras cumbre de su carrera y su portada siempre me ha evocado esa frase. Hay cierto paralelismo entre el pasado más oscuro de la banda y ese personaje al límite que divaga perdido hasta terminar viendo un amanecer en la playa, que constantemente está a punto de terminar con todo pero finalmente decide seguir con todo.
Con cierta dosis de ironía, igualmente melancólicos, desde el mismo punto geográfico y temporal (esa mañana que retrató Travis Smith en la playa de Silver Strand de San Diego) recogen su propio testigo para ofrecernos ahora un segundo capítulo de la historia. Unas luces deslumbrantes nos ciegan en la oscuridad, y el círculo se repite.
El doom quedó atrás para ir dando paso a una música cristalina que bebe igualmente del pop más triste, del progresivo y del shoegaze, que crece sobre si misma, capa sobre capa, siempre apuntando al cielo. Las voces ya compartidas casi al cincuenta por ciento entre Lee Douglas y Vincent Cavanagh flotando sobre esa atmósfera tranquila, evocadora, reflexiva y triste. El disco avanza entre pasajes instrumentales y canciones que se inflan como un globo, para llegar a momentos muy épicos, incluso juguetean con el modo mayor mientras avanzan hacia la casilla de salida, sin dejar caer el disco al vacío, pero siempre caminando al borde del abismo.
El enigmático final, en directo paralelismo con el de hace casi dos décadas, nos hace pensar en unos Anathema más posados, en un tipo de locura diferente, menos desesperada, que apuesta por mantenerse vivo durante un día más, divagando igualmente sin sentido por la vida, pero eligiendo la alegría de los pequeños momentos, y aunque el propio Daniel Cavanagh desmontaba parte de nuestra teoría para comprender el sentido global del trabajo en la entrevista que le hacíamos el año pasado, a nosotros nos sigue sirviendo como una rima perfecta, para que ambos discos funcionen como un bloque irrompible.
Oskar Sánchez