IN THE FUCKING BASEMENT: Parece que este tipo de eventos se producen cada vez con más frecuencia en Torrelavega. Nos alegramos, porque tuvimos la oportunidad de ver a tres bandas capaces de sacar las bielas de su sitio a cualquiera de los que se acercaron a disfrutar al Arena.
Un poco de música desenfrenada siempre viene bien para poner fin a toda una dura semana, así que nos acercamos al Arena atraidos por la oportunidad de comprobar en directo como los catalanes Stained Blood defendían en directo su último y exitoso album Hadal. Ya van dos albumes suyos que nos mandan desde Blood Fire and Death y ambos nos han dejado boquiabiertos en el programa.
Sobre las diez de la noche comenzó la música a cargo de la banda local And the Sunset Burns. Es la segunda vez que les veo en directo y mi opinión se reafirma, por un lado me parece evidente que aun les falta cierta madurez; ajustar bien las voces, ir más en bloque y asentar bien las composiciones. Pero las bandas consiguen eso a base de, ensayar y tocar todo lo posible, justo el camino que And the Sunset Burns están tomando. En contraposición hay que decir que tienen una mezcla de estilos muy interesante, sonando en ocasiones más modernos, en otras con influencias más clásicas y melódicas. En su música te puedes encontrar desde solos de vertiente más heavy hasta riffs que van desde el sonido cercano a Deftones hasta rompecuellos a lo Machine Head. Tengo curiosidad por ver como van evolucionando, ya que en muchas ocasiones hemos ido viendo crecer bandas desde los primeros pasos hasta convertirse en grandes titanes. Espero que sea el caso.
De Bullets of Misery no tenía ninguna referencia. Últimamente voy tan de culo con todo que no me había dado tiempo ni siquera a investigarles un rato. Se mueven en terrenos bastante cercanos al Brutal Death, con una voz directamente Grindcore que berrea en euskera. Son muy técnicos y sorprendentemente nítidos en su sonido. El único punto negativo a ese respecto fue que las voces estaban tan a fuego que las pantallas se pasaron todo el concierto rajando, haciendo la escucha un poco molesta. Por lo demás, nos pasaron literalmente por encima y nos dieron la puntilla con un guiño a At the Gates que agradecimos. Como anécdota curiosa decir que entre tema y tema intercalan fragmentos del doblaje de La Naranja Mecánica.
En cuanto a Stained Blood, verles es comprender por qué se están haciendo tan grandes. Me mola la cantidad de registros que tocan, ya que aunque la base hardcore está bien presente tienen partes claramente provinientes del Death Metal Sueco o incluso ramalazos mucho más heavies u oscuros. Su vocalista Albert es uno de esos tipos a los que es casi imposible fotografiar en el escenario (menos con esa luz: Arena, poned un foco!), porque no para quieto un puñetero segundo. En definitiva fue un conciertazo que sólo se vio un poco deslucido por el mencionado tema de las pantallas rajando al límite. Espero que vuelvan pronto y en próximas ocasiones cada vez más gente se anime a acercarse.
Es verdad que en el norte somos un poco siesos, pero la noche fue tan claramente hacia arriba que al final los pocos que nos habíamos congregados acabamos bastante metidos en el jaleo. Fue un buen disfrute de noche, parece que Blood Fire and Death está abriendo camino en esta ciudad (hace unas semanas vimos a Hummano) y por tanto vendrán más parecidas en breve. Hay que celebrarlo.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.