

Hay citas que se vuelven cíclicas, conciertos que, a modo de cumpleaños, nos reúnen año tras año en el mismo lugar. Podría parecer repetitivo, pero no lo es. Volver a la A.C. Octubre para disfrutar de lo que nos gusta es siempre un placer. Lo hemos vivido en varias ocasiones con ZEA MAYS, que quedaron enamorados del lugar desde su primera visita (como no podía ser de otra manera), y ahora parece que se está repitiendo la historia con los conciertos de APHONNIC.
Quizás, como público, especialmente en una región como Cantabria, históricamente limitada en cuanto a la cantidad de gente que puede movilizar para conciertos en comparación con otras zonas cercanas, tenemos esa pequeña “responsabilidad” de no dejar pasar las oportunidades que se nos presentan. Acudir, apoyar y consolidar circuitos que hagan atractivo para bandas y salas repetir la fórmula es esencial. APHONNIC es una de esas bandas que merece nuestra atención y presencia.

Hace un año, APHONNIC nos tenían muy encendidos con la presentación en primicia de CREMA en nuestra ciudad. En aquel entonces, el foco estaba en su último trabajo, un disco que nos enganchó muy rápido. Este año, con el reposo que le hemos dado a esas canciones, mi primera impresión es que APHONNIC tiene un repertorio tan sólido, construido a lo largo de toda su discografía, que se sostiene por sí solo. La explosión de CREMA, y lo rápido que se asimilan sus temas no deben hacernos dejar de lado la colección de auténticos temazos que tienen repartidos por todos sus discos anteriores discos. Una vez puestos en fila uno empieza a ser más consciente de lo que tiene delante, una banda muy consolidada construida a base de picar piedra en todos estos años.

Arrancar a balón parado no es fácil, pero una MELODÍA ANTIFASCISTA puede ser el antídoto perfecto para ponernos a todos a cabecear y entrar en calor desde el primer momento. Me atrevería a decir que la mayoría de los que estábamos hoy ya habíamos estado allí hace un año. Solo la repentina llegada de un invierno tardío impidió que nos reuniéramos algunos más. Al fin y al cabo, como bien decía CHECHU, no éramos ni más ni menos que los que teníamos que estar.

En el programa de fin de año, hablando de APHONNIC entre nuestros favoritos, destacamos la naturalidad de su música para enganchar y su capacidad para transportarnos al metal que se hacía por aquí a principios de siglo. No en vano, ellos ya estaban en marcha en aquella época. Tras los primeros temas del concierto, ya estaba completamente sumergido en aquel sonido de aquellos años y en su facilidad para crear canciones que conectan de forma muy directa. No en vano, las cabezas de todos en la sala parecían moverse al unísono.
Por lo que he visto en sus redes, no han parado de girar desde la salida de CREMA hace un año, y eso se nota en su desempeño sobre el escenario. Una formación completamente engrasada, funcionando con una precisión matemática y una contagiosa energía. Todo encajado a la perfección, demostrando que APHONNIC no solo es una banda capaz de hacer buenas canciones sino que también, como ya nos enseñaron el año pasado, dan un gran espectáculo en directo.
Con todo esto, APHONNIC, os esperamos para la próxima. Y a los que no estuvisteis, no dejéis escapar la siguiente oportunidad. No es sólo ir a un concierto, también será una nueva ocasión para volvernos a ver. Y eso siempre es algo que vale la pena repetir.

Borja Ponga
Fotos: Oskar Sánchez
Vídeos: Omar Sánchez