La batalla de bandas se ha convertido ya en un clásico en el underground Torrelaveguense. Un formato rápido y sucio, alejado del glamour y los photocalls festivaleros en el que los grupos de los locales se relevan para mostrar en turnos de media hora a que dedican el tiempo en los contenedores cuando nadie está mirando. Los dos escenarios enfrentados suponen un reto técnico que se solventa con el trabajo voluntario de los implicados y la buena disposición de las bandas que reducen al mínimo el cambio de bártulos.
Este año han tenido el acierto de desplazar temporalmente la batalla a principios de agosto, esquivando el astragamiento de las fiestas y ofreciendo una alternativa musical en estas semanas de sequía. Contando con que sobre las tablas había alrededor de cuarenta músicos, era fácil prever una buena asistencia de público, mostrando el Espacio una actividad inusitada, que ojalá se pudiese mantener durante los duros meses de invierno.
Además, hay que decir que en la zona del bar se han instalado unos bancos que hacen que esta parte diáfana tenga un mejor uso. Parece que el cambio de concejal enlace está dando sus frutos después de años de dejadez y desinterés. A ver si en próximos meses podemos ver también como se acomete de una vez la prometida y demorada ampliación, para reducir la lista de espera.
A un lado de la carretera, la escuela de minas y el césped segado acoge a algunos chavales y sus litros de juventud. Al otro crece la escena fea de Torrelavega. La que existe, pese a que nadie la riegue, como las bardas de la entrada, que para vergüenza de los responsables municipales, hay que esquivar para llegar. A lo mejor es mejor así, pertenecemos a la maleza.
De las ocho bandas previstas al final vamos a poder ver a siete, causando baja Absenta, por enfermedad de Yeray. Una pena puesto que era uno de los conciertos esperados con ganas por los que vivimos los noventa, y no queda claro si esta reunión es sólo algo puntual o si piensan reactivar el proyecto. La baja de Yeray también afectó a Emulsion, aunque estos si continuaron adelante con el concierto, como contaremos más adelante.
La primera sorpresa del día son Sexta Extinción. Una nueva banda de la que no teníamos ninguna pista, pero con caras de sobra conocidas sobre el escenario. Con ramalazos de metal y hardcore, nos dieron una primera referencia muy interesante. Luis a la voz utiliza un tono menos gutural que en Becerro Negro y también ahí lo hace muy potente. Hicieron un par de versiones de Derrota y de Tenso para marcar las vías de algunas de sus influencias. Bien. A ver si graban pronto.
Parece mentira que hace ya diez años del debut de Ojotrueno. No han parado en ese tiempo, pero no les vemos en directo tanto como nos gustaría porque no todo el rato la formación completa está en Torre. Rápido y sin anestesia, presentaron los temas de su último disco Matar al Padre sin olvidarse de algunas más clásicas, como la favorita en mi casa, Rosa Parks. ¡Pelea!
Tras otro rápido cambio de escenario Becerro Negro. No mucho respiro hoy para Luis, menos mal que los conciertos eran cortos. Sólo tienen una grabación, pero son un grupo que me parece que tiene mucho que decir. Suenan potentísimos y compactados. Especial mención para la batería, y medalla de oro para la sonorización, los bombos estaban matadores.
Tenía muchas ganas de Guillotina porque hacía muchos años que no les veía, de hecho, pensaba que andaban separados, pero mira, sorpresa. Ver a Bati de cantante siempre es un buen espectáculo. No nos dio tiempo a entrar mucho en calor, al parecer su batería se encontraba indispuesto y el concierto fue aun más corto de lo esperado. Movidas que pasan. Pero bueno, a ver si durante el verano les da tiempo a hacer algún otro, y a nosotros nos cuadra para ir.
El formato de la Batalla es un follón organizativo, pero una gozada para los que vamos a disfrutarlo. En unas tres horas siete bandas de una tacada, hacen de este día una cita imprescindible. Por ejemplo a Ojo Pipa hacía también mucho que no les teníamos delante. De hecho, aun no les habíamos visto en trío. Un acierto. Deben estar a punto de sacar disco, porque casi todo el repertorio fueron canciones nuevas. Un día hablaba con un amigo sobre la curiosidad de que muchas bandas jóvenes referencian a los noventa, e incluso recuperan canciones de la época grunge, tocando muy bien y sin conseguir trasladar el espíritu de caos y desenfreno. Ojo Pipa sí, ahí hay gente saliéndose de madre, como en esa época dorada y por eso son una de las bandas más divertidas que te puedes encontrar. Espero con ganas su nuevo material.
Dice Eva que se está haciendo vieja y no quiere. Zientotreintaiuno son, lo quiera ella o no, unos clásicos de la escena Torrelaveguense. Punk a toda hostia, y en directo aun más. Siempre me divierten mucho, y mola cantarse temas que nos sabemos de memoria. Tienen último disco con Folc y Conspiracion de Iguales y Producciones Tudancas en 2022, se llama Simple Impulso.
Finalmente Emulsión sacando pecho y echando el concierto adelante pese a la baja de su cantante. Como bien se comentaba en los corrillos, si Yeray dice que no puede, es que no puede. Esperamos que los vómitos y las toses no duren mucho, ha tenido que darle bien fuerte para que se baje de un concierto, porque el tipo es incombustible. Pese a todo sacaron adelante el bolo con solvencia. Me quedo con ganas de verles al completo, que aun no he tenido oportunidad.
Nos vamos con muy grata sensación. El esfuerzo colectivo da sus frutos y es precioso ver suceder un evento en el que todo está hecho desde abajo y para los de abajo, sin cabezas de cartel, sin grupos en letras grandes, sin grandes aspavientos, sólo música en horizontal.