¡Que canten los niños! ¡Que alcen la voz! ¡Que hagan al mundo girar!
Ayer viendo a la Billy un amigo, que vive fuera y está aquí por las fiestas me preguntó: ¿Pero esto no se suponía que era algo para niños? ¿Por qué no hacen música de niños? Y yo, al ver su gesto, le respondí que sí, y que hay vida más allá de los cantajuegos.
Para quién no les haya visto, os diré que sus músicos provienen de formaciones cántabras como La Sonrisa de Julia, Los Mirindas, Chico o Ídolos del Extrarradio aunque hay alguno nuevo que no tengo controlado, y hacen rock orientado al público infantil. La gran pregunta es… ¿Qué es lo que escuchan los niños? He visto dos tipos de actitudes a ese respecto, algunos exponemos a los niños a toda la música, les vamos seleccionando algunas canciones que creemos que les pueden gustar y sin más, vamos descubriendo que se las apañan sin problemas escuchando Jazz, Música Clásica o Grindcore. Otros ponen una especie de valla virtual en cualquier cosa que vaya un poco más allá de La Gallina Cocoguagua y cuando llega su cumple les ponen también reggetón, porque es lo que escucha por la radio.
La propuesta de la Billy es sencilla. Los niños quieren Rock and Roll. Tienen capacidad para entenderlo y disfrutarlo, y si hay algo que les separa de el es el centro de interés temático de las letras, así que orientan estas a lo que ellos les interesa, jugar, pasarlo bien y hacer, alguna vez, un poco el gamberro. En su último disco han obrado el milagro de poner a miles de niños a cantar letras de Lorca mientras menean las caderas y las melenas. Me contaron que el día anterior cuando Victor Manuel hacía referencia a la España de las fosas alguien le gritaba que se dedicase a cantar y dejase la política, creo que llenar una plaza de niños cantando a Lorca es la mejor respuesta posible.
El concierto de la Billy Boom Band fue un éxito por todos los motivos posibles. Porque se rompieron las barreras generacionales que hacen que padres e hijos no puedan disfrutar de verdad juntos, sin que unos se estén sacrificando para los otros, y también porque tuvimos en el centro del escenario más grande a una propuesta del entorno cercano, demostrando que podemos hacer la fiesta con nuestra propia gente y que hay calidad y profesionalidad más que de sobra para no necesitar más.