En el entorno de NdR lo hemos hablado mil veces; Underground, significa sacrificar tu tiempo y tu dinero por algo que amas. También tu dinero sí, Hazlo tú Mismo es en gran parte ir al cajero, pillar pasta de la que has ganado trabajando y gastarla en lo que amas. Comprar discos, vestir camisetas de grupos pequeños, tener los ovarios para juntarte con tres amigas y poner bote para traer a un grupo que te gusta, y arriesgarte a que si no sale bien lo palmes, a la vez que te comprometes a reinvertir lo que se gane en otra apuesta más firme si, Satanás lo quiera, alguna vez sale bien para todo el mundo.
La idea de Álex de celebrar su cumpleaños invitando a sus amigos a ver música me parece una genialidad por varios motivos. No sólo asegura que las bandas cobren dignamente, porque lo ahorra y lo paga ella con toda la ilusión que una persona es capaz de tener, si no que transciende el concepto de concierto y lo convierte en una FIESTA, a la que aficionados a la música, conocedores o no de la bandas, acuden, se sorprenden y disfrutan. Yo lo tengo claro, si una vez al año, cada uno de los que me leéis pusieseis el empeño que ella pone en organizar un bolo, habíamos salvado la escena.
CrystalMoors están enormes. Han encontrado un hueco muy propio en una música que no tiene mucha representación a este lado de los pirineos, y a la que ellos han ido llegando de manera paulatina, profundizando en su Metal Pagano hasta centrarse en la raiz más folk, pero manteniendo la crudeza y agresividad. Quienes no han tenido contacto con este tipo de música salen con los ojos en órbita, habiendose sentido por primera vez miembros de un trance primitivo. Quienes estamos más metidos en estas corrientes sabemos que tenemos delante un concierto de primera línea, y que en justicia se debería estar hablando de ellos en Europa mucho más de lo que se habla. Como momento más especial de la noche me quedo con la acertadísima versión del My Kantele de Amorphis, y con mi charla posterior con Filandera (Violinista), en la que coincidíamos en señalar que la música de Amorphis y la de Luar Na Lubre están seguramente a menos de seis grados musicales en la teoría de Duncan Watts.
Si algo nos está enseñando esta última hornada de bandas “jovenes” como por ejemplo OjoPipa, Wet Cactus, Pandemia o los propios Cantaebria, es que se han acabado los putos complejos. Ya no hay estrellas y gente que aspira a serlo, sólo gente que sale a liarla. Mejor o peor en el escenario pero a por todas desde el segundo uno.
Quién ya les había visto sabía a lo que iba, pero el resto estaban un poco ojipláticos ante la demencial corriente de energía de esta peña. Con referencias en el rock y el heavy metal ochentero y cierto toque angelino en las poses.
Acaban de grabar un EP de cinco temas del que iremos, poco a poco, pinchando cosillas en la radio y en breve les tendremos en la radio para que les conozcáis en profundidad.
En la vida, amigos, hay muchos golpes duros y muchos días malos. Cada vez tengo más claro que son noches como esta, estar cerca de amigos y sentir la energía real de la gente y la música cercana, uno de los motivos por los que merece la pena vivirla.
Texto, fotos y vídeos por Oskar Sánchez