Slash junto con el infalible Myles Kennedy y “Los Conspirators”, nos presentaron a finales del año pasado su último disco “Living the Dream”, además del videoclip del tema “Driving Rain”, que como ya nos tienen acostumbrados, prefieren no participar físicamente en ellos, si no que disfrutemos de la canción y punto pelota. Ésta banda llevan 8 años y pico en los escenarios, “dándonos” casi un disco por año con temas tan buenos y tan imprescindibles en la historia del rock como “Anastasia” “You´re a lie”, “Halo” o “World on fire”. Quizá éste último trabajo sea el más flojo de todos ya que aunque la calidad instrumental y vocal de las canciones son impecables, creo que no han conseguido ofrecernos temas tan brutales como a los que estamos acostumbrados, haciendo que cuando los escuchas en casa, pases varios temas, hasta que llegas a “los tres o cuatro que molan”.
Aún así, es una banda después de verlos en directo varias veces puedes decir que no fallan, cuando vas a un directo de ésta gente sabes a lo que vas. Por ese motivo cuando me enteré que una de las paradas de la gira española era en Madrid, no dudamos en sacar la entrada del 13 de marzo en el Wizink Center de Madrid, anunciando pocos días antes que contarían con una banda que les acompañarían, The Bishop Gunn.
Llegó el día y después de ponernos titos con las tapas de la Casa de los Torreznos (¡Está bueno todo! ¡Meh!), fuimos al Wizink Center, en el cual nunca había estado y un amigo me comentó que la sala sonaba de lujo. Pudimos oir a gente de alrededor, que habían vendido la mitad de entradas que tenían previstas por lo que unas 4.000 personas formábamos el público de la Wizink. No sabemos si el precio de la entrada o que aún no están en el nivel que pensaban será el motivo, pero como éramos espectadores, más cómodos íbamos a estar.
Como se anunció, la banda de Mississippi Bishop Gunn abrió el evento, unos chavales que en el 2017 aparecieron en la octava edición de “Chillin`the Most Cruise” de Kid Rock, el año pasado sacaron su último trabajo llamado “Natchez” y su gira de éste año les lleva a Birmingham, Louisiana y Punta Cana entre otros. La banda la forman Travis McCready a las voces, Ben Lewis al bajo, Dre Smithers a la guitarra y Burne Sharp a la batería. A pesar de no haberles dado la publicidad que considero que deberían haberse currado (Te enteras que tocan porque te mandan email los de ticketmaster, si no….), una vez subidos al escenario, nos demuestran una calidad y presencia de nivel pro, con un rock clásico al que le han dado mucha frescura, y con una voz muy Chris Robinson style. Desde luego, si me entero que estos chavales tocan por la península en futuras ocasiones, no dudaré ni un segundo en ir a verlos.
A estas alturas llegaban los rezagados, llenando la pista del Wizink casi en su totalidad y comenzando muy puntuales el plato fuerte de la noche, Slash con Myles Kennedy y los Conspirators, con su calavera rosa e icono-emoticono amarillo con sombrero “Slashriano”, un montón de cuernos y gente emocionada inundaron la sala. Aunque todos estábamos a tope por lo que estábamos viviendo, no sé por qué motivo el sonido fue muy pobre, como cuando vas escaso de equipo, lo que hizo que gran parte del concierto no se pudiese apreciar (para los nuevos fans) ni disfrutar (para los de siempre) como me hubiese gustado. Reitero lo dicho anteriormente, es una banda imprescindible de ver alguna vez en tu vida, ya que son impecables en directo, pero ésta vez no fue así; aunque creo que estaba claro que el concierto estaba fluyendo como de costumbre, el sonido no permitió apreciarlo como debería. Me parecieron momentazos muy chulos y que animaros un poco al ambiente, los temas en los que el bajista Todd Kerns, que ya sabemos que es un máquina haciendo los coros de las canciones, se animó a cantar él solito dos temas entre los que estaba “Doctor Alibi” . Me gustó que se viese que “Los Conspiratos” no son solamente unos acompañantes sin más, si no unos musicazos del copón. No creo que Slash mole tanto sin Myles y los Conspirators, como lo haría con otra banda. Y hablando de Slash, ya sabemos que es uno de los guitarristas más valorados y conocidos de todo el mundo, pero en mi opinión, no hace falta metérselo a la gente por el morro durante más de 20 minutos de solo de guitarra un tanto repetitivo, en el que podías ver a gente extasiada, bastantes huecos de gente que aprovechó para salir a fumar (me incluyo), y otros mirando el reloj. A pesar de esto, consiguieron hacernos saltar con temazos como “Anastasia”, “Nightrain” y “World on fire”, yéndonos a casita con el subidón final.
En resumen, por la trayectoria que tienen son una banda de calidad enorme, ídolos de todos los que estábamos allí, pero son humanos y como tal, a veces no es todo maravilloso. A pesar de todo, volveré a verles y comprar sus discos una y mil veces.
Crónica y vídeos: Álex Kennedy.