LLÁMALO RELEVO O LLÁMALO GENTE NUEVA DEJÁNDOSE LA PIEL: Tras un intenso día, volvimos del primer BLACKOUT con la sensación de haber estado en el origen de un festival que se hará clásico en el futuro.
El BLACKOUT estrena su primera edición, un festival organizado por una asociación de gente muy joven que viene a callar las bocas de todos aquellos que hablan de que no hay nuevas generaciones que muevan el cotarro, con mucha ambición y consiguiendo montar un festi que muchos no hubiésemos logrado a su edad ni en el mejor de nuestros sueños.
Un poco antes de la hora del comienzo nos personamos en Vargas, sin problemas de localización y aparcando en un amplio ‘prao’ bien acondicionado para tal uso. Al llegar a la zona del concierto pudimos contemplar con gusto cómo habían dispuesto una excelente barra repleta de personal en todo el lateral del recinto, el cual, libre de obstáculos, nos dejaba ver un camión – escenario con bastante buena pinta.
El concierto empezó con media hora de retraso, y es que cuando llegamos aún estaban probando los que serían los primeros en tocar: OPPOSSER. La banda de death/thrash de Reinosa, apenas dos minutos tras la prueba, empezaron su descarga. Los campurrianos salieron a darlo todo. El sonido era un poco bola en ese momento, pero nada que no dejara apreciar el excelente estado de forma de esta banda, engrasados como pocos y con la voz de Jose cada vez más gutural y death metal. Descargaron los temas de su recién editado “Darkest Path”, pero cuando la gente realmente empezó a moverse de lo lindo fue a partir de “Forbidden” de su primer disco “Remember the past”. Conciertazo que se marcaron Opposer, dejando a los que nos les conocían muy sorprendidos y a los que ya les seguimos, con la sonrisa en la cara al ver como cada día suenan más potentes y conjuntados.
Tras los cambios de rigor aparecieron en escena EVIL KILLER (Pamplona) dando un recital en toda regla de cómo ha de sonar el speed/thrash metal a toda pastilla. El sonido en ese momento empezó a (sorprendentemente) empeorar, siendo protagonista por momentos una bola de graves de origen no determinado. No obstante hicieron un excelente repaso de su discografía, centrándose en “Witchcraft” su genial nuevo disco. Me llamó gratamente la atención el tema en euskera “Lurra eta Askatasuna”. Una gran banda.
Tras aprovechar el cambio para repostar cerveza y charlar con amistades (una de las grandes ventajas de este festival es que estaba repleto de gente conocida y ligada a la “escena” metalera regional), salieron a escena los más perjudicados por la carencia de calidad en el sonido. La labor de los madrileños SEXPLOSION fue totalmente ensombrecida por un pésimo sonido. Acoples y bola de graves infernal que no nos dejó disfrutar de lleno de esta banda al más puro estilo L.A. Guns, Poison, Motley Crüe, Mr Big, Guns & Roses… Posíblemente podrían haber sido un puntazo y una banda súper fiestera para el festival pero, siendo sincero, por desgracia el sonido a veces era tan sumamente malo que los zumbidos superaban a la música, así que no pudimos disfrutarlos.
Por ese motivo nos temíamos lo peor antes de la llegada de BLAZE OUT. Los de Barcelona sufrieron de lo lindo en el escenario en la primera parte de su actuación. No obstante demostraron que son una banda acojonante, con una propuesta muy seria, nivel técnico envidiable y puesta en escena de lo más profesional. Ellos llevaban técnico de sonido propio, pero el caos que se encontró el pobre chaval al incorporarse a la mesa de mezclas, hizo que tardara bastante en pillarle el punto al sonido. Cosa que consiguió de mitad del concierto en adelante, mejorándolo considerablemente.
Llegaba el turno de los cabezas de cartel, LUJURIA. Los segovianos salieron con una puesta en escena de cuero, camisas llamativas y mallas que ya sugieren una descarga del más puro Heavy Metal patrio. La entrega de la banda, y en especial de su frontman Óscar es envidiable. El grupo suena con mucho peso, en gran parte gracias a la labor de la batería que se marcó un bolo genial, y una banda que sabe muy bien cómo aprovechar sus momentos. El sonido fue el mejor de la noche, mérito de su técnico de sonido que ya empezó a aportar ayuda a los que les precedían. Un detalle que apoya las parrafadas de Óscar relativas a como echa de menos el compañerismo y el espíritu rockero en los grandes festivales donde cada grupo se aísla en su camerino, y como el ambiente cambia radicalmente en eventos como éste, en el que se manifestaba encontrar francamente cómodo. Y es que los ‘discursos’ entre tema y tema son tan divertidos y motivantes como las propias canciones, auténtica apología del heavy metal. Muchos piropos a la gente del festival, su entrega, y a la gente de Cantabria que se mezclaban con las letras de canciones que hicieron que el público levantase ‘esos cuernos’ cada vez que se solicitaba. Un concierto muy divertido y cercano que tuvo su guinda con la colaboración de Raúl Emboque, marcándose un emotivo dúo vocal con Óscar.
Para terminar quedaban PANDEMIA, y afortunadamente pese a las horas a las que les tocaba subir a las tablas, quedaba gente expectante por verlos. El sonido, protagonista de todo el festi, puede que fuera el mejor de toda la noche, y otra vez gracias al técnico de sonido de Lujuria que, en su celo profesional, se quedo en la mesa el tiempo necesario para que se les escuchase en condiciones abajo y que ellos se oyesen bien sobre el escenario. Otro punto más para el compañerismo de Lujuria digno de aplaudir. Pandemia salieron a repartir sin concesiones. Su Trash Metal suena como un cañón, con bases que me suenan cada vez más compactas, un bajo haciendo figuras endiabladas y bien encajadas y temas que consiguieron que el público hiciese toda su repertorio de gimnasia metalera sobre la arena. Un grupo que está apuntalando con mucho oficio su sonido en la escena de la región.
Y así termina esta primera edición del BLACKOUT, que si bien tienen detalles que pulir como el sonido, que por problemas con la empresa sonorizadora sufrió las consecuencias de la improvisación, puede convertirse en un fantástico referente festivalero dentro de Cantabria, y les que deseamos muchos años más de fiestas de rock y metal en Vargas.
Crónica por Kini Karonte & Juanma Pinto, fotos por Maya T&M Fotografía.