LET THERE BE BLOOD: Por cuarta ocasión visitan Cantabria los alicantinos Blood, siendo este su segundo concierto en el Arena. La gira de Seppuku les ha traido hasta aquí y ya estamos contando los dias hasta que haya una quinta.
Seppuku o Hara Kiri es el ritual suicida japones que permitía a los samuraris conservar el honor al alcanzar la muerte. Según nos contaba Javi en la entrevista que le hicimos el pasado miercoles en el programa, eligieron este nombre porque resume la idea de sacar un disco de metal industrial en este pais y según está el panorama discográfico, osea, un suicidio, morir, pero conservar el honor. Y lo cierto es que hay que ser un poco suicida para pegarse las kilometradas que se pegan para tocar, dormir escasamente y volver a la carretera prácticamente cada fin de semana. En España hay muchos grupos currandoselo desde abajo y dejandose la vida por este rollo, sin duda Blood son de los que, como decía Bukowsky, si hacen algo lo hacen hasta el final. Es por todo esto que agradecemos tanto que traigan hasta aquí su espectáculo, especialmente en noches como la de ayer, en las que la entrada se quedó un poco más floja que en otras ocasiones.
Comenzaron el concierto con el tema central de Ghost in the Shell, con el que entraban al escenario ataviados sombreros tradicionales vietnamitas, solo uno de los muchos apoyos visuales con los que durante el concierto volverian a sorprendernos, cabezas reducidas, nancies mutiladas, máscaras de soldar y varias decenas de locuras más. Todo ello para acompañar los siete temas nuevos que contiene Sepukku y unos cuantos de los más representativos de sus anteriores discos, como Gótica, Orgasmatick, o Ave María entre otros.
El público fue metiendose en el concierto poco a poco, aunque se notó que sólo era una banda, y a la peña le costó un poco entrar en canción, con la excepción de un par de mega fans que se habían venido desde Cartagena expresamente a ver el concierto, y que evidentemente estuvieron ultramotivados desde el primer segundo del show.
En lo que respecta al sonido como siempre fue muy aplastante, aunque tal vez sigo echando de menos un registro un poco más grave en las guitarras de Javi, que suenan para mi gusto un poco afiladas para el estilo. Pero en general, y como cada vez que han venido dieron un conciertazo. Creo que una de las pruebas más convincentes de como resuelven en directo es comprobar como se meten en el bolsillo a toda la gente que ha aterrizado en el bolo sin saber muy bien que iba a ver, en esta ocasión os aseguro que fueron unos cuantos los nuevos convencidos.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.