La comunidad oscura es
Nueva fiesta Goethia con la participación de los grupos No Romance y Blood en el pub Arena. La respuesta de la gente fue lo suficientemente buena como para que ya hayamos empezado a tramar la siguiente.
Como lo de Narsilion salió tan bien nos liamos la manta a la cabeza pronto para montar el concierto de Blood junto a No Romance, de nuevo la gente ha respondido, así que ya puedo avisar que Der Blaue Reiter está en trámites y seguramente antes de que acabe el año los tendremos por aquí.
La verdad es que es un gustazo montar cosas como el concierto de ayer y ver que la gente lo disfruta. Sobre todo es un gusto trabajar con peña como No Romance que no pusieron ni un sólo pero a la hora de tocar gratis y dejar su batería para hacer que la visita de Blood fuese factible, y también es un gusto trabajar con peña como Blood que se meten la kilometrada del siglo para venir a dar un concierto sin una sóla condicion y sin caché. Por todo ello ambos grupos tendrán siempre nuestro apoyo.
Metidos en harina ya os puedo decir que ambos conciertos estuvieron a gran nivel. No Romance sonaron muy claros con su pop ochentero con ciertos aires que les asemejan a grupos como The Cure. Se nota que van pillando tablas en el escenario y se les ve mucho más sueltos cada vez. A Dako como siempre da gusto verle actuar, porque es la persona que más disfruta de cada uno de sus propios conciertos.
A Blood es la tercera vez que les vemos por aquí, y creo que ha sido el mejor concierto de los tres. Al ser el Arena pequeño consiguieron un sonidazo que nos pasó literalmente por encima. No se cortaron ni media a la hora de desplegar todo su espectáculo visual y las cuarenta y cinco personas que se encontraban entre el público disfrutaron de los temazos de sus dos últimos discos Psyke y Gen, además de un pequeño guiño a Rammstein.
Esperamos volver a verles pronto por aquí, como ya os he dicho al principio seguiremos liandonos la manta a la cabeza para ir trayendo más grupos y pasar noches tan especiales como la de ayer, para que cuando vayan pasando los años podamos pensar que ha merecido la pena andar por aquí.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Elena Cifrián y Oskar Sánchez.