CAMEL – Mirage
Pongámonos en situación: corre el año 1973 y la banda británica Camel acaba de publicar un primer disco homónimo con escasa repercusión comercial pero alto reconocimiento artístico y atisbos de que algo grande puede llegar. La marca de cigarros Camel se interesa por la banda y les propone un acuerdo comercial según el cual podrán utilizar el inconfundible icono de sus cajetillas de tabaco en la portada de su siguiente disco a cambio de financiación para grabarlo.
Corren tiempos muy bonitos para la música: Yes acaban de triunfar con su “Close to the Edge”, Genesis han publicado su obra cumbre “Selling England by the Pound”, Pink Floyd arrasan con “The dark side of the moon”, Jethro Tull han publicado “Aqualung”, “Thick as a brick” y “A passion play” casi sin respiro entre ellos, Emerson, Lake and Palmer acaban de sorprender con el descomunal “Brain Salad Surgery”…Inglaterra (Canterbury principalmente) es al rock progresivo en el 73 lo que Seattle fue al grunge en el 92, lo que los Beatles comenzaron con su “Sergeant Peppers…” y bandas como Procol Harum o King Crimson terminaron de definir ha eclosionado y es el camino a seguir ahora. Camel no quieren quedarse fuera de esto.
Camel lo forman, en aquel entonces, el teclista Peter Bardens (amigo y colaborador de Van Morrison, a cuya banda volvería en 1978, y con experiencia previa junto a gente como Peter Green, Mick Fleetwood o Rod Stewart), el guitarrista, flautista y cantante Andy Latimer, el bajista Doug Ferguson y el batería Andy Ward. Los cuatro músicos se encierran en los Island Studios para grabar los 5 temas que conformarán “Mirage”.
Su segundo disco es toda una declaración de intenciones y una entrada por la puerta grande en el Olimpo del rock progresivo; “Mirage” contiene todo lo que un gran disco de progresivo debe contener: intrincadas melodías, ritmos salvajes, instrumentaciones exquisitas, composiciones complejas y cuidadas atmósferas además de una sobresaliente y acertadísima producción de David Hitchcock, quien cuenta en su curriculum con otras joyas como “Foxtrot” y “Trespass” de Genesis o prácticamente toda la discografía de Caravan siendo prácticamente él solo el principal responsable de lo que se ha llamado “sonido Canterbury”.
El disco comienza con la enérgica “Freefall” para dar paso a la bucólica “Supertwister” en la que Latimer cambia la guitarra por la flauta en un tema que se supone es un homenaje a uno de sus grupos favoritos de entonces, los holandeses Supersister. El tercer corte, “Nimrodel/The Procession/The White Rider”, una de las primeras canciones dedicadas a la hoy omnipresente trilogía de “El señor de los anillos”, es una monumental suite de más de 9 minutos de duración que cierra la cara A del vinilo original. La cara B sólo contiene 2 temas, pero… ¡qué 2 temas! Comienza con “Earthrise”, una maravilla de 6 minutos de duración que, sin embargo, parece sólo el prólogo de lo que viene a continuación: un arpegio de sintetizador da paso a un comienzo casi heavy metal en lo que es el inicio de uno de los temas más emblemáticos de Camel y, por ende, de la historia del rock progresivo: “Lady Fantasy”, con uno de los tramos finales más apoteósicos que se haya grabado jamás.
“Mirage” no obtiene el éxito esperado en su estreno, en USA alcanza sólo el #149 en el Billboard permaneciendo 13 semanas en lista, pero sí obtiene el reconocimiento de los círculos musicales más selectos y el boca – oreja además de, sobre todo, el enorme éxito de su siguiente álbum “Music inspired by the Snow Goose” (1975) hacen que cada vez más gente se interese en rescatarlo y reivindicarlo como la obra maestra que es, convirtiéndolo con el tiempo en un clásico no sólo de su género sino del rock en general.
Comentario por Shesmovedon