Una mañana, Fred Madison (Pullman), un músico de jazz residente en Los Ángeles, California, recibe por el intercomunicador de su casa el inquietante mensaje: «Dick Laurent está muerto». Cuando se asoma a la ventana para ver quién había dicho aquello, ve las calles vacías y escucha sirenas de la Policía alejándose.
Esa noche, Fred, que toca saxofón en un club nocturno, se va a trabajar mientras su esposa, Renee (Arquette), se queda en casa, pues se siente indispuesta. A la mañana siguiente la pareja encuentra en la entrada de su hogar un paquete con un videocasete en su interior. La grabación solo muestra tomas de la fachada de la casa desde la calle. (…)
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