Las fiestas de Torrelavega nos permiten ver algo de música en directo en las calles de la ciudad. Nos acercamos a recordar viejos tiempos al concierto de la plaza del ayuntamiento.
Hay que aprovechar estos dias de fiestas para intentar ver algo de música en directo en las calles de Torrelavega, porque por desgracia no es habitual encontrarsela. Así que salimos a tomar algo y a ver que se cocía por el concierto del Domingo, que fráncamente, es el único de los tres grandes que nos llamaba un poco la atención. Aunque al final, igual hasta nos pasamos a ver a Marta Sánchez, aunque sea por recordar los tiempos del interviu.
En el paseo previo incluso nos dio tiempo a curiosear un poco el concierto de Aura Kubi, que tenía lugar unas horas antes, en la plaza Baldomero Iglesias, ibamos con un poco de prisa porque habíamos quedado con unos colegas y no pudimos quedarnos nada más que una canción, pero tenía buena pinta, así que estaremos al tanto.
Despues de pinchear un poco por ahí llegamos a la plaza del ayuntamiento en la que ya sonaban Luétiga. Verles en fiestas es algo ya tan habitual, que casi se podría hablar de tradición. Para mi sigue siendo inevitable pensar en la época dorada de la primera mitad de los noventa, con sus tres primeros discos, La Última Cagiga, Nel el Vieju y Cermeula, porque fue en aquellos años en los que más les disfrutamos. A partir de entonces se han ido ido desmembrando y formando otros proyectos como Atlántica o Gatú Malo, quedando ahora como cabeza visible Fernando Diego. Lo cierto es que estos Luétiga también suenan muy bien, y como prueba los millones de copias vendidos de su último trabajo, La hestoria’s santu enjamás contá, basado libremente en la figura del Beato de Liébana. El concierto discurrió mayormente por los temas de la última etapa, y disfrutó de un sonido algo más nítido del que luego tendrían Celtas Cortos.
Estos tenían nuevo disco para presentar. Sale estos dias a la venta a través de internet, y para finales de agosto físicamente. Lleva por título Introversiones y lo único que sabemos de él hasta el momento es que su primer single es una versión del Fisherman’s Blues de The Waterboys. En realidad no tiraron mucho de nuevo repertorio, y se centraron en repasar los grandes éxitos de su carrera, cosa que agradecimos porque hacía una buena temporada que no les veíamos. Tranquilamente podrían ser quince años. Celtas Cortos me recuerdan otra época, en la que un grupo con un sonido original y cosas que decir podía llegar a ser la estrella de la radiofórmula. Las cosas han cambiado y ahora pintan bastos para todo el que no le cante al amor, pero supongo que el poso que dejó crecer con canciones que decían algo, ha ayudado a convertirnos en lo que somos. La utopía es contagiosa. Por otro lado, no es que ahora no haya grupos buenos, eso lo sabemos todos, sólo es que ahora, incluso los que podrían considerarse un poco más comerciales, se encuentran cerradas las puertas de los medios, ante la hegemonía del latineo de pacotilla y los solistas acaramelados.
En fin, al concierto, que me enciendo. El pasado veinte de abril, me puse a echar cuentas con los dedos y me sentí viejo de repente. Veinte años dan para muchas buenas canciones y pese al lapso del Caiman Verde y demás, Celtas Cortos han aprovechado bien el tiempo. Allí sonaron todas las que forman parte de la banda sonora de la vida incluso de aquellos que no suelen escuchar música de manera consciente. Intercalando los clásicos instrumentales cayeron miticadas del tamaño de Tranquilo Majete, El Emigrante, Ya está bien, Cuentame un Cuento o el Skaparate Nacional. El grupo está en grandísima forma, lo siguen animando de cojones, y en general, esta nueva oportunidad, no me empañó el recuerdo de aquella otra vez, de la que os hablaba antes. Como colofón y guinda invitaron a varios de los componentes de Luétiga y luego se marcaron una versionaza del Fiesta de los Pogues, para luego cerrar con No Nos Podrán Parar. Me quedé con la espinita de escuchar Si No me Veo no me Creo, pero supongo que han pasado ya demasiados años desde aquello, y hay que hacer hueco en el repertorio para otros temas más nuevos.
Creo que elegir a Celtas Cortos para tocar en el dia grande de las fiestas de Torre ha sido un acierto. Son un grupo que gusta a un amplio abanico de gente, y a pesar de ello no cantan sobre tontadas, son buenos músicos y montaron una buena. Ojalá otro año también trajesen algo un poco más rockero si, pero un panorama entre Melendi y Marta Sanchez los Celtas son más que celebrados.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.