Perdidos en la vorágine de un mundo global, aún dentro de algo minoritario como podría entenderse la música underground, existe un bastísimo océano de propuestas. Incluso en aquello en lo que uno puede considerarse iniciado y poniendo los pies en el suelo, hay que entender que muchas de esas propuestas escapan al conocimiento y éso solo en un espacio q podríamos considerar cercano. Cuando se hace zoom y uno se planta delante de lo que un país de 2 mil millones de personas puede ofrecer, en ese momento, el ombligo y el ego, para quien tuviera algo de criterio, se hacen aún más pequeños.
Chaos se presentan en el local de la Asociación Los Bancos de atrás con la tranquilidad de un maestro yoga. Caen en un pueblo de mil habitantes como si visitar este tipo de espacios fuera cotidiano para alguien que vive en una megaurbe de 25 millones de seres humanos, de las pequeñas de India según comentan. Su apariencia tranquila, su amabilidad y humildad, hacen que la descarga que sale en la prueba de sonido sea aún más impactante para mí. Lo que iba a suceder hoy ahí sería digno de mención.
Con 25-30 personas en la sala empieza el recital. Un thrash metal afilado que funciona como una máquina ajustada a la centésima. Base sólida de bajo que no deja un hueco en mezcla. Guitarras rabiosas, endiabladamente rápidas y con unos solos de primerísimo nivel corriendo por el mástil y dejando el puente flotante como un chicle. Cátedra de batería a base de tupa tupa y remates originales e imposibles. Y todo comandado por una voz macarra y chillona de la q Exodus en su mejor etapa estaría orgulloso. Da igual lo que se les echara encima, 190 BPM o downtempo, todo sonaba a puro espectáculo thrasher con más parches que el Windows. 9 cortes de metal de alto copete coronados con una cover del Cowboys from Hell durante la cual el espíritu de Darrel pareciera agarrar de los hombros a un guitarrista que ya llevaba 50 minutos de maestría con una audiencia boquiabierta.
Chaos baja del sencillo escenario y vuelve a su imagen inicial. Con humildad y gratitud atienden halagos y peticiones de fotos. Ha pasado por Unquera un tanque sin avisar, de la mano de On fire Production y nosotros éramos la calzada.
Cierro la puerta del local y subo a la furgoneta para ir a casa. Acabamos de ver uno de los mejores bolos de thrash metal underground que uno puede presenciar. ¿Qué no habrá en otras lugares con tantos otros habitantes y de los que ni conocimiento tenemos? ¿Qué nos estamos perdiendo? ¡Que pequeños somos y que poco tiempo tenemos!
Por tener la posibilidad de shows así, mañana volvemos a abrir las puertas de nuestra pequeña sede. Y a buen seguro, otro día una joya que nadie espera volverá a brillar desde el escenario. A diario somos afortunados, ayer fuimos bendecidos.
Texto: Toro
Foto: Mike Coney