Una nueva cita del Ciclo Excéntricos, organizado por la Fundación Santander Creativa y la Fundación Caja Cantabria, me llevó el pasado 18 de noviembre al Teatro Casyc de Santander para ver a las cántabras Repion. El respeto y la admiración que estas chicas despiertan entre los músicos de nuestra región fue razón más que suficiente para que yo no me lo quisiese perder.
Repion son las hermanas Iñesta. Marina, guitarra y voz. Teresa batería y coros. Cántabras de nacimiento y corazón, que llevan ya unos años instaladas en Madrid donde su trabajo, juntas o por separado, goza de mayor proyección y más oportunidades. Por eso es una gran ocasión disfrutar de su directo en la tierruca, aunque sea entre semana. Con la puntualidad habitual del Casyc se apagó la sala y se encendió el escenario. Primero Teresa y después Marina, ocuparon su lugar. Con ellas una vez más Álvaro Prados al bajo.
El trabajo de la banda tiene el reconocimiento de la escena alternativa del país, ellas mismas lo definen como grunge-pop. Son habituales en grandes escenarios y festivales del país. Sin embargo, en casa con su público y en un teatro se confesaron emocionadas y nerviosas. Supongo que dar un concierto en un teatro es algo que impone. El público sentado y con los cinco sentidos en los músicos haciendo un escáner de lo que ocurre en el escenario tiene que dar bastante respeto. Aunque sí la banda llega a conectar con el público se crea una conexión muy especial para ambos que trasciende al propio concierto.
Abrieron con “Amor Fantasma” su último single que presentaron en el 2020. Yo tenía la idea preconcebida de que los conciertos comienzan de menos a más para ir cogiendo intensidad y acabar arriba. Últimamente estoy asistiendo a conciertos en los que las bandas optan por primeros temas potentes y me parece que funciona bien.
Para esa noche Repion alternaron canciones de sus dos trabajos anteriores Amapola Dueles (2016) y Donde Escapa La Luz (2018) ambos autoproducidos. Junto a “Amor Fantasma” nos presentaron otros dos temas nuevos, “Barrio Somavilla” y “En Todo Momento” que parece que se incluirán en lo que será un nuevo disco. Teresa prometió que será publicado en el 2022. Estaré muy atenta.
Siguieron con “País Interior”. En todas sus canciones las Repion nos hablan de ellas mismas, de sus experiencias, de su país interior pero lo hacen con tal fuerza que podrías imaginarte una gran explosión final. Muchos de sus temas comienzan dulces y serenos para ir ganando intensidad hasta convertirse en un raudal de emociones gritadas con rabia.
“En Las Flores”. A estas chicas les gustan las flores, como a mí. “Las Flores de Invierno”. Teresa es una grandísima baterista y este es uno de los temas donde su fuerza destaca del principio al final. ¡Qué envidia, chica!. “Los De Antes” precioso tema que nos invita a disfrutar de la vida. Cuando se apague la luz, lo peor no será morirse, lo peor será no haber vivido. “Barrio Somavilla” nuevo tema que habla de una infancia feliz y sencilla. ¿Quién no añora su viejo barrio?.
Siguió “Año de mierda” . Parece que Teresa tuvo una bola de cristal cuando escribió este tema. También se podía haber titulado año 2020. Con “Ciudad De Vacaciones” las Repion intercambiaron sus papeles. Marina se sentó a la batería y Teresa se plantó al micro con su guitarra. Esto si que es versatilidad y polivalencia. ¡Que flipe el personal!. Esta canción es fácil y enganchona. Una de mis favoritas. Se puede bailar desde el primer golpe de caja. Me hubiera gustado poder desmelenarme un poco.
“Verde Recién Hecha”. Que bonito canta Marina. Compruébalo escuchando esta canción. Continuaron con “En Todo Momento” y “Querubín”. “En Las Pestañas Y En Las Fuentes”. Este es otro de mis temas favoritos. Me gusta su melodía pero su letra me parece una maravilla. Y con “Los Noventa” la banda cerró el concierto. El tema es algo así como un himno generacional. Todo lo que se esperaba de los que ahora son treintañeros. Una generación de transición que no se ha resignado a los malos designios. Geniales Marina, Teresa y Álvaro. Talento, energía y muy buen gusto tenéis para regalar.
Al ir saliendo del teatro me fijé en las caras del público. Suelo hacerlo al salir de los conciertos. Un bolo ha sido fantástico cuando la gente sale con gesto relajado pero con la respiración un poco contenida, con la sensación de haber sido testigo de algo fantástico que aún está procesando. Así salimos del Casyc. Yo misma, por supuesto.
Crónica y fotos: Sonia Toledano.