Peter LaFleur (Vince Vaughn), es el propietario del gimnasio Average Joe’s, el cual está por quebrar. La clientela del gimnasio es muy escasa, y está compuesta por Steve “el Pirata”, un hombre al que le gusta ser pirata; Justin Redman, un chico escuálido que sueña con impresionar a una animadora que está a años luz de sus posibilidades; Gordon Pibb, un hombre obeso aficionado a los deportes más raros; Owen, un joven sin muchas luces; y Dwight Baumgarten, un engreído sabiondo que en realidad no tiene ni idea de nada. Al humilde gimnasio de Peter, le echa el ojo White Goodman (Ben Stiller), estrella del mundo de los deportes y egocéntrico propietario del Globo Gym, el resplandeciente templo del fitness. White trata de comprar el Average Joe’s sabiendo que está en las últimas, y la inexistente contabilidad de Peter parece que se lo va a poner muy fácil. Un banco ha puesto a la abogada Kate Veatch (Christine Taylor) dentro del Average Joe’s para mirar las cuentas y cerrar la adquisición del gimnasio por parte del Globo Gym. Porque si Peter no paga una deuda de 50.000 dólares, el banco se quedará con el gimnasio y White se hará con él sin objeciones.
Los chicos tienen la idea de apuntarse a un campeonato de Dodgeball (Quemados–Balón prisionero). En un principio no son nada buenos, de hecho perdieron un partido contra el equipo de las girl scout. Pero Kate se acaba enfadando con White y se acerca a Peter, por lo que al final se une a su equipo, resultando ser una excelente jugadora. Además reciben el entrenamiento de Patches O’Houlihan, un veterano experto en Dodgeball, lo que les convierte en un equipo competitivo capaz de ganar la copa, que se disputa en Las Vegas.